Donde la sobremesa se alarga y la risa crece con el segundo vaso, donde el hielo choca contra el vidrio marcando el compás, donde el primer sorbo detiene el tiempo y el frescor atraviesa la piel mientras la burbuja estalla. En ese instante, Velvet Soda sucede.
Euforia cítrica, dulzura efervescente que se abre paso entre los labios como brisa en el desierto. Velvet Soda es eso: acidez vibrante, burbujas juguetonas que suben hasta la nariz. Como México, el arte de mezclar, de encontrar en cada sorbo la memoria de la compañía perfecta, de brindar sin prisa y saborear sin ataduras, bajo el sol o en noches que no deberían terminar.
Velvet Soda es un brindis por la tradición reinventada, por la libertad de saborear el momento.
Abre. Escucha, siente, bebe.