Atrapada entre la sal y la espuma, Bichola se manifiesta en suspiros enredados en la realidad de cada trago. Sorbos transformados en roces de sal y caricias de la húmeda brisa, gotas de punzante amargor que se clavan en la frescura de lo efímero, en lo sutil de la malta, en el ardor constante que invade hasta el fondo latente de la memoria.
Blonde Ale, caricias refrescantes de juguetones matices de malta. Lager, limpia, suavemente carbonatada, dejando una huella sutil. American Light Lager, dulzura efímera disolviéndose en momentos aún no vividos. Porter Brown, oscura, de abrazos envolventes que desprenden notas de café y chocolate. West Coast IPA, intensa y abrasadora, llenando los sentidos de feroz energía. Pilsner, respiros limpios y crujientes, de ecos sutiles.
Bichola es la extracción de la magia del mar, sentimientos eternos atrapados en la piel, consumiéndose al final, sin escapatoria.