En un cambio estratégico significativo, Whirlpool está redefiniendo su enfoque hacia la producción y venta de pequeños electrodomésticos, marcando una notable transición desde su histórico dominio en el sector de los grandes electrodomésticos. Esta decisión, reportada por The Wall Street Journal, refleja la respuesta de Whirlpool a las cambiantes dinámicas del mercado y las preferencias de los consumidores, especialmente en el contexto posterior a la pandemia.
Durante más de un siglo, Whirlpool ha sido sinónimo de electrodomésticos esenciales de gran tamaño, como lavadoras y refrigeradores. Sin embargo, el impacto económico de la pandemia y la inflación han llevado a los consumidores a reevaluar sus prioridades de gasto, mostrando reticencia hacia las compras significativas. Esta tendencia ha impulsado a Whirlpool a pivotar hacia productos de menor escala pero de alto margen, como batidoras y cafeteras.
Este cambio no es solo una respuesta táctica a corto plazo a la caída de la demanda en ciertos segmentos; representa una reinvención estratégica de la cadena de valor y la propuesta de mercado de Whirlpool. Al enfocarse en los pequeños electrodomésticos, Whirlpool anticipa una reconfiguración en su cadena de suministro, con un aumento en el volumen de aparatos más pequeños que requieren diferentes logísticas y estrategias de distribución.
Simultáneamente, Whirlpool está revisando otras facetas de su modelo de negocio, como demuestra su decisión de desinvertir en su división de electrodomésticos en la región de Europa, Oriente Medio y África (EMEA), que actualmente representa alrededor del 20% de sus ingresos. Esta medida subraya el compromiso de Whirlpool con una reestructuración profunda que va más allá de simples ajustes de producto.
El director financiero de Whirlpool, Jim Peters, enfatiza que la transformación de la empresa es un proceso integral destinado a centrar sus recursos y energías en sectores de mayor crecimiento y margen. Este enfoque estratégico ya ha comenzado a mostrar signos de éxito; después de enfrentar pérdidas significativas el año anterior, Whirlpool reportó beneficios netos considerables en 2023, aunque las ventas generales experimentaron una leve caída.
La estabilidad en las ventas de pequeños electrodomésticos en 2023, tras un auge durante la pandemia, indica una base sólida sobre la cual Whirlpool planea construir. La compañía está introduciendo innovaciones en este segmento, como cafeteras espresso totalmente automáticas y varios nuevos aparatos de cocina inalámbricos, en un esfuerzo por capturar una mayor cuota de mercado y satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores.
Mirando hacia el futuro, Whirlpool proyecta que el negocio de los pequeños electrodomésticos crecerá significativamente, anticipando ingresos de alrededor de 1.300 millones de dólares para 2026, con márgenes de beneficio de dos dígitos. Este enfoque renovado en productos de alto margen y crecimiento refleja una estrategia deliberada para adaptarse a las realidades económicas actuales y posicionar a Whirlpool para un éxito sostenido en el futuro.
Además de redefinir su cartera de productos, Whirlpool también está implementando medidas de austeridad, incluidas reducciones de personal y otros recortes de costos. La separación de los pequeños electrodomésticos en las finanzas de la empresa ofrece a analistas e inversores una nueva lente a través de la cual evaluar el rendimiento de Whirlpool, marcando un claro punto de inflexión en la trayectoria de la empresa.
El cambio estratégico de Whirlpool ocurre en un momento desafiante para el sector de electrodomésticos, con la depresión del mercado inmobiliario estadounidense afectando negativamente las ventas. Sin embargo, la dirección de Whirlpool se mantiene optimista, anticipando una recuperación en las ventas de viviendas existentes, que históricamente han sido un fuerte impulsor de la demanda de electrodomésticos.