La contratación de personal operativo temporal es una práctica común en logística, sobre todo en temporadas altas, proyectos especiales o ante picos inesperados de demanda. Sin embargo, hacerlo con prisas o sin un filtro adecuado puede traducirse en errores operativos, rotación constante, baja productividad e incluso problemas de seguridad.
Contratar rápido no siempre es contratar bien. Es clave tener claro qué revisar antes de incorporar a alguien al equipo, incluso si es por pocos días. El objetivo es que esa persona, aunque sea temporal, sume desde el primer turno y no represente un riesgo o una carga adicional para el equipo fijo.

Conocer el perfil exacto que necesitas
Antes de iniciar el reclutamiento, es importante definir con precisión qué tarea va a realizar el personal temporal: ¿recibo? ¿picking? ¿acomodo? ¿embarque? Cada actividad tiene requerimientos diferentes en cuanto a ritmo, nivel de atención al detalle, fuerza física o manejo de equipo.
Mientras más claro tengas el perfil operativo que se necesita, más fácil será filtrar candidatos. Dejarlo abierto o poco definido lleva a contrataciones improvisadas, donde el colaborador llega y no sabe exactamente qué se espera de él.
Verificar experiencia previa en almacén
Aunque sea una posición temporal, contar con experiencia previa en almacenes marca una gran diferencia. Alguien que ya ha trabajado con tarimas, guías, montacargas o layouts similares se adapta más rápido y comete menos errores.
No siempre es necesario que haya trabajado con tu tipo de producto, pero sí que entienda conceptos básicos como rotación de inventario, manejo de pedidos o normas de seguridad. Una entrevista breve con preguntas clave basta para identificar esto.
Evaluar actitud y disposición desde el primer contacto
La experiencia técnica es importante, pero en el entorno operativo, la actitud marca la diferencia. Personal puntual, receptivo a instrucciones y con buena disposición al trabajo en equipo suele tener mejor desempeño, incluso si no domina todos los procesos desde el inicio.
Observar desde el primer contacto cómo se comunica, si hace preguntas, si muestra interés o si llega a tiempo, ya da señales sobre su compromiso. La actitud se entrena menos que la técnica.
Realizar una inducción breve pero clara
Uno de los errores más comunes es no dar inducción al personal temporal, bajo la idea de que “es solo por unos días”. Esto genera confusión, errores y dependencia excesiva del resto del equipo. Una inducción de 30 minutos puede evitar muchos problemas.
La inducción debe incluir: normas básicas del almacén, rutas, zonas clave, equipo de protección, responsables de área y protocolo ante dudas o errores. Incluso se puede entregar un volante impreso con esta información.
Verificar que cuenten con el equipo adecuado
Antes de que entren a operación, es necesario verificar que cuenten con calzado de seguridad, chaleco, guantes u otros implementos necesarios. No asumir que ya vienen preparados. Si la empresa proporciona el equipo, debe entregarse desde el primer turno.
Permitir que alguien opere sin el equipo adecuado puede representar un riesgo tanto para la persona como para la operación. También puede ser motivo de observación en auditorías o ante cualquier incidente.

Establecer responsables de seguimiento
Es recomendable que cada grupo de personal temporal tenga un responsable operativo asignado, que pueda darles seguimiento, resolver dudas y verificar que estén cumpliendo con su tarea. Esto reduce errores y facilita una integración más ordenada.
Además, contar con retroalimentación al final de cada día o semana permite saber quiénes podrían extender su contrato, quiénes requieren más apoyo o quiénes no cumplen con el perfil esperado.
Contratar personal temporal es una solución práctica y necesaria en muchas etapas del año. Pero hacerlo bien desde el inicio es lo que marca la diferencia entre sumar eficiencia o generar fricción. Con un proceso claro, directo y ordenado, el refuerzo operativo puede ser un verdadero aliado para tu operación logística.