Qué necesita México para convertirse en una potencia mundial

México, con su vasta riqueza natural, posición geográfica estratégica y una de las economías más grandes de América Latina, tiene un potencial considerable para convertirse en una potencia mundial. Actualmente es la décima primera economía más grande del mundo, con un PIB nominal estimado en 2.01 billones de dólares en 2024. Sin embargo, a pesar de sus avances en sectores clave como la manufactura, la minería y el comercio internacional, enfrenta numerosos desafíos que limitan su capacidad para alcanzar su máximo potencial. Para que México ascienda verdaderamente como una potencia mundial, es necesario abordar problemas estructurales como la desigualdad, la corrupción, la inversión en educación y la mejora en infraestructura, entre otros. Esta nota explora qué le hace falta a México para cumplir con esa meta y convertirse en un referente económico y social global.

Inversión en educación y capital humano

Uno de los principales obstáculos que enfrenta México en su camino hacia convertirse en una potencia mundial es el estado de su sistema educativo. A pesar de ser la segunda economía más grande de América Latina, su nivel de inversión en educación es relativamente bajo comparado con otras economías emergentes. Según la UNESCO, México destina alrededor del 5% de su PIB a la educación, cifra por debajo de otros países que buscan competir en la economía global. Para competir con potencias como China o India, donde la inversión en educación y desarrollo tecnológico es prioritaria, México necesita reforzar su sistema educativo en todos los niveles, desde la educación básica hasta la investigación universitaria y técnica.

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de México, que mide la calidad de vida, la educación y la salud, es de 0.779, lo que lo coloca en el puesto 76 a nivel mundial. Aunque ha mejorado en las últimas décadas, este índice aún indica que existen importantes disparidades en la educación y acceso a oportunidades. Una solución clara sería incrementar la inversión en programas educativos que fomenten la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), áreas clave para la innovación. Actualmente, un gran número de mexicanos altamente capacitados emigra al extranjero debido a la falta de oportunidades laborales y de investigación dentro del país. México necesita retener este talento local mediante mejores condiciones laborales y un entorno que fomente la innovación y el emprendimiento.

Mejorar infraestructura y logística

Otro componente esencial que limita a México en su aspiración de ser una potencia mundial es la calidad de su infraestructura. A pesar de tener un crecimiento significativo en algunos sectores, como el transporte y la generación de electricidad, el país aún enfrenta cuellos de botella que ralentizan su desarrollo. Según el Foro Económico Mundial, México ocupa el lugar 58 en el Índice Global de Competitividad 2023, en parte debido a la deficiencia en infraestructura crítica.

Las carreteras, ferrocarriles y puertos juegan un papel fundamental en el comercio y la inversión extranjera directa, que representó más de 17,000 millones de dólares en 2020. Sin embargo, la insuficiencia en infraestructura de calidad, especialmente en regiones más alejadas del centro económico del país, afecta la conectividad y el transporte eficiente de bienes y servicios. Para competir con otras economías emergentes, México necesita una red logística más robusta y moderna que facilite el comercio internacional y el acceso a mercados internos, reduciendo los costos de transporte y aumentando la eficiencia de las exportaciones.

El sector energético es otro aspecto clave de la infraestructura que necesita atención. A pesar de ser uno de los principales productores de petróleo del mundo, la falta de inversión y modernización en este sector ha impedido que México aproveche plenamente su potencial. Además, la transición hacia energías renovables, como la solar y la eólica, es una oportunidad que el país aún no ha aprovechado de manera óptima. De mejorar este sector, México no solo podría aumentar su competitividad, sino también atraer más inversiones extranjeras en áreas de energía limpia y sustentable, lo que potenciaría su crecimiento económico.

Reducción de la corrupción y mejora en el estado de derecho

Uno de los mayores desafíos que enfrenta México para lograr su estatus como potencia mundial es la corrupción. Según Transparencia Internacional, México ocupa el lugar 126 de 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción de 2023, lo que lo coloca como uno de los países más corruptos de América Latina. La corrupción no solo afecta la eficiencia del gobierno, sino que también desalienta la inversión extranjera, dificulta la implementación de políticas públicas y crea un entorno empresarial injusto y desigual.

La corrupción también está estrechamente vinculada con los problemas de seguridad que enfrenta el país. Las empresas y los ciudadanos a menudo deben lidiar con el crimen organizado, extorsión y sobornos, lo que aumenta los costos de operación y socava la confianza en las instituciones del país. Para atraer más inversiones y mejorar su imagen internacional, México necesita mejorar su estado de derecho, implementar reformas judiciales y combatir de manera eficaz la corrupción a nivel gubernamental y empresarial.

El fortalecimiento de las instituciones judiciales es clave para restaurar la confianza en el país. Las reformas recientes, como el Sistema Nacional Anticorrupción, son pasos en la dirección correcta, pero aún queda un largo camino por recorrer. México debe crear un entorno más transparente y justo para que las empresas prosperen sin los obstáculos de la burocracia y la corrupción. Según el Banco Mundial, si México lograra reducir significativamente la corrupción y mejorar el estado de derecho, podría incrementar su PIB en un 1.5% anual de manera sostenida.

Conclusión

México tiene el potencial para convertirse en una potencia mundial emergente, pero necesita abordar sus desafíos estructurales con urgencia. La inversión en educación, el desarrollo de infraestructura moderna y eficiente, y la lucha efectiva contra la corrupción y el crimen son elementos esenciales para liberar todo el potencial del país. Si bien el camino no será fácil, las soluciones existen y pueden transformar la economía mexicana en una fuerza competitiva global. Con una acción concertada y reformas estratégicas, México podría posicionarse como un actor clave en la economía mundial, beneficiando tanto a sus ciudadanos como a la comunidad internacional.

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