Qué conviene más: Almacenaje por volumen o posición fija

Cuando una empresa terceriza el almacenamiento de su mercancía, uno de los puntos clave a definir es el esquema de cobro: ¿conviene pagar por volumen ocupado o por posición fija? Esta decisión tiene un impacto directo en los costos y la flexibilidad de la operación logística.

¿En qué consiste el almacenaje por volumen ocupado?

El almacenaje por volumen consiste en pagar únicamente por los metros cúbicos o posiciones efectivamente ocupadas por la mercancía. Este esquema es ideal para operaciones de alta rotación o negocios con variabilidad de inventario, ya que se adapta al volumen real utilizado.

Cuando el inventario disminuye, también lo hace el costo de almacenaje, permitiendo a las empresas tener mayor control sobre sus gastos mes a mes.

¿Qué implica el almacenaje por posición fija?

En el almacenaje por posición fija, el cliente renta una o varias posiciones específicas dentro del almacén, independientemente de que las mantenga llenas o vacías. Este esquema ofrece estabilidad en costos, pero requiere mayor planeación de inventarios para aprovechar al máximo el espacio contratado.

Es ideal para empresas con inventarios estables, productos de baja rotación o mercancías que necesitan espacio garantizado todo el tiempo.

Ventajas del almacenaje por volumen ocupado

La principal ventaja de este esquema es la flexibilidad. Si una empresa tiene temporadas altas y bajas muy marcadas, el pago por volumen permite ajustar el gasto logístico a la demanda real, evitando pagos innecesarios en meses de baja actividad.

Además, incentiva una mejor gestión del inventario, ya que tener mercancía de más implica un costo adicional tangible mes a mes.

Ventajas del almacenaje por posición fija

Contratar posiciones fijas brinda certeza sobre el espacio disponible, lo cual es esencial cuando se manejan productos que no pueden quedar sin almacenaje. También facilita la planeación logística, ya que siempre se sabe con qué capacidad se cuenta.

Otra ventaja es la estabilidad en el presupuesto logístico, pues el costo mensual no cambia aunque haya variaciones en el volumen de productos almacenados.

¿Qué considerar para elegir el esquema más conveniente?

La decisión debe basarse en varios factores: comportamiento de la demanda, rotación de inventarios, valor de la mercancía y necesidades de flexibilidad. Empresas con mucha variabilidad en su operación suelen beneficiarse más del pago por volumen ocupado.

En cambio, si se manejan grandes volúmenes constantes o productos que requieren almacenaje prolongado, conviene más optar por posiciones fijas para evitar sorpresas en el costo.

Impacto de la elección en los costos logísticos

Un esquema mal elegido puede generar costos innecesarios. Pagar posiciones fijas y tenerlas vacías representa dinero desperdiciado. Por otro lado, en operaciones de alta ocupación continua, el pago por volumen podría salir más caro que una tarifa fija.

Por ello, es fundamental analizar el historial de inventarios y el comportamiento de la operación antes de definir el esquema de almacenaje con el operador logístico.

Recomendaciones para optimizar tu esquema de almacenaje

Algunas empresas combinan esquemas: contratan posiciones fijas para los productos de alta rotación o alta criticidad, y pagan volumen ocupado para el inventario variable. Esta estrategia híbrida permite tener flexibilidad y control de costos al mismo tiempo.

Monitorear el uso del espacio y revisar periódicamente las condiciones del contrato también ayuda a ajustar la estrategia conforme evoluciona el negocio.

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