Preparan aeropuertos mexicanos al recibir al mundo en el 2026

El Mundial de Fútbol FIFA 2026 será un evento histórico que, por primera vez, se realizará de forma conjunta entre tres países: México, Estados Unidos y Canadá. México, como anfitrión de varios partidos, enfrenta un reto logístico de gran envergadura: garantizar una infraestructura aeroportuaria ágil, eficiente y segura para millones de turistas, delegaciones deportivas y mercancías. La planificación de la logística aérea en México no solo impactará la experiencia del visitante, sino que también será clave para la imagen internacional del país y el desarrollo económico que puede generar este magno evento.

Principales aeropuertos involucrados y su nivel de preparación

Tres ciudades mexicanas han sido confirmadas como sedes del Mundial 2026: Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. En cada una de estas sedes, sus aeropuertos internacionales juegan un rol crítico. El Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM), el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Aeropuerto Internacional de Guadalajara (Miguel Hidalgo y Costilla) y el Aeropuerto Internacional de Monterrey (General Mariano Escobedo) han sido señalados como puntos estratégicos para el transporte de pasajeros y logística de carga.

El AICM, con un tráfico de más de 46 millones de pasajeros anuales antes de la pandemia, opera ya en el límite de su capacidad. Ante esta presión, el AIFA ha sido presentado como un aeropuerto alternativo, con capacidad para mover hasta 20 millones de pasajeros por año en su primera fase. El AIFA cuenta con 14 posiciones de contacto y 12 posiciones remotas, además de instalaciones aduaneras y de carga que buscan descongestionar al AICM durante el evento.

Por su parte, Guadalajara y Monterrey han iniciado modernizaciones en sus respectivas terminales para elevar la capacidad operativa, tanto en infraestructura como en sistemas de seguridad. En el caso de Guadalajara, se espera que la nueva terminal de carga proyectada por Grupo Aeroportuario del Pacífico esté lista para 2025, aumentando significativamente el flujo de mercancías y reduciendo tiempos de procesamiento. Monterrey, uno de los aeropuertos con mayor movimiento en el norte del país, también planea expandir su plataforma comercial y renovar sistemas de navegación aérea.

Desafíos logísticos clave para el mundial en México

El flujo de visitantes internacionales al país se estima en más de 1.5 millones durante el periodo del torneo, lo cual representa un aumento considerable respecto a años normales. Uno de los principales desafíos será garantizar conexiones aéreas eficientes entre ciudades sede y con otros países, especialmente Estados Unidos y Europa.

La Coordinadora de Puertos y Marina Mercante de México, junto con la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), trabaja en planes conjuntos con aerolíneas, autoridades migratorias y aduaneras para optimizar los procesos de arribo y salida. Esto incluye el incremento en módulos de migración, sistemas biométricos para acelerar el ingreso de pasajeros y mejoras en la señalización y movilidad terrestre desde los aeropuertos hasta las zonas urbanas.

La seguridad también representa un aspecto fundamental. En eventos pasados, como el Mundial de Brasil 2014, se registraron hasta 50 incidentes por tráfico aéreo mal coordinado en solo una semana. En México, se ha trabajado con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para simular escenarios de alta demanda en aeropuertos clave, incluyendo contingencias como cancelaciones masivas o condiciones meteorológicas adversas.

La logística de carga será otro reto paralelo. Desde el transporte de equipos deportivos, suministros médicos y hasta tecnología de transmisión, los aeropuertos mexicanos deberán garantizar procesos de importación y exportación ágiles. Esto implica coordinación estrecha con empresas de logística, operadores de carga aérea y agentes aduanales para evitar cuellos de botella.

Oportunidades económicas y legado logístico a largo plazo

El Mundial 2026 no solo representa una oportunidad para la promoción turística y cultural de México, sino también para fortalecer su infraestructura logística de manera sostenible. El aumento de vuelos internacionales podría traducirse en una mejora permanente en conectividad aérea, atrayendo más inversión extranjera y desarrollo regional.

Se estima que los beneficios económicos por turismo internacional en el Mundial de 2026 podrían alcanzar hasta 2,000 millones de dólares para México, de acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional Empresarial Turístico. Una buena gestión logística en los aeropuertos será decisiva para garantizar que este impacto sea positivo y duradero.

Además, las inversiones realizadas en infraestructura, digitalización y capacitación de personal aeroportuario pueden convertirse en parte del legado del evento. Sistemas de escaneo automatizados, mejoras en la eficiencia de control migratorio, nuevas rutas internacionales y expansión de terminales son activos que beneficiarán al país mucho después del silbatazo final.

La coordinación entre aeropuertos, autoridades federales, gobiernos estatales y empresas privadas es, por tanto, fundamental. México no solo está preparando sus estadios, sino también su infraestructura logística para recibir al mundo con puntualidad, eficiencia y hospitalidad.

Conclusión

La logística aeroportuaria para el Mundial 2026 representa uno de los mayores desafíos organizativos para México en las últimas décadas. Con millones de personas cruzando sus fronteras y desplazándose entre ciudades sede, el papel de los aeropuertos será mucho más que el de una simple terminal: serán la primera y última impresión del país ante el mundo. Invertir en tecnología, infraestructura y coordinación es clave para asegurar no solo el éxito del evento, sino también un impulso económico y logístico que trascienda más allá del fútbol. México se juega mucho en la cancha… y también en el aire.

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