Cuando hablamos del torneo de Roland Garros, también conocido como el Abierto de Francia, lo primero que suele venir a la mente son los intensos partidos sobre arcilla y la emoción del Grand Slam. Sin embargo, detrás del espectáculo deportivo hay una compleja maquinaria logística que pone en movimiento a toda una ciudad. París se convierte cada año en el escenario de un evento que no solo atrae a más de 600 mil personas en dos semanas, sino que también requiere una precisión quirúrgica en la gestión del transporte, abastecimiento, seguridad y hospitalidad. La logística del torneo no solo garantiza la experiencia del espectador, sino que refleja la capacidad de una ciudad para actuar como anfitriona global.

Infraestructura parisina a prueba de multitudes
Roland Garros se celebra en el estadio homónimo ubicado en el distrito 16 de París. Para acomodar a más de medio millón de asistentes, París despliega una red logística que comienza desde sus aeropuertos. Tan solo el Aeropuerto Charles de Gaulle maneja un flujo adicional de entre 40 y 50 mil pasajeros durante el torneo, lo que obliga a las aerolíneas, servicios de aduanas y transportistas a coordinar refuerzos logísticos. El aeropuerto de Orly también adapta sus horarios y servicios ante el incremento de vuelos privados y charters, muchos de ellos de jugadores, patrocinadores y delegaciones.
En la ciudad, el transporte público se convierte en el gran facilitador. La línea 10 del metro de París se refuerza con más trenes, mientras que la red de autobuses reorganiza rutas con paradas especiales para facilitar el acceso al estadio. Se estima que más del 70% de los asistentes utiliza medios de transporte público, lo que ha llevado al Ayuntamiento a establecer zonas de movilidad peatonal temporal y áreas de bicicleta pública reforzadas. Un despliegue de más de 500 agentes de movilidad se encarga de orientar y contener la afluencia.
La zona del estadio, ubicada en el Bois de Boulogne, también ve una reconfiguración de su infraestructura. Las áreas de estacionamiento se convierten en hubs logísticos temporales para recibir y almacenar material audiovisual, equipamiento deportivo y suministros para los concesionarios. El perímetro de seguridad se amplía con barreras móviles, detectores y controles con inteligencia artificial que permiten reducir los tiempos de ingreso sin sacrificar el control. Para esta edición, se estima una inversión superior a los 3 millones de euros en seguridad y logística urbana.
Cadena de suministro para jugadores, medios y espectadores
Detrás de cada partido jugado en Roland Garros hay toneladas de insumos que deben llegar a tiempo. Los jugadores y sus equipos, por ejemplo, necesitan acceso continuo a material técnico como pelotas, cuerdas para raquetas, bebidas especializadas y suplementos. Tecnifibre, marca oficial de pelotas del torneo, suministra más de 70 mil pelotas durante las dos semanas. Estas llegan desde fábricas en Francia y España a través de transportes refrigerados para conservar su elasticidad y presión.
Los restaurantes y concesionarios dentro del recinto trabajan con proveedores que abastecen diariamente alimentos frescos, bebidas y servicios de catering para VIPs. Más de 200 toneladas de comida se sirven durante el evento, incluyendo menús especiales para atletas. Todo debe llegar a tiempo y bajo control sanitario estricto. La trazabilidad digital es esencial: cada producto tiene código QR de origen, lote y temperatura. Además, el torneo es uno de los pocos eventos deportivos con política de cero desperdicio, por lo que se han implementado alianzas con asociaciones que recolectan excedentes y los redistribuyen en comedores sociales.
En paralelo, la logística de medios de comunicación es otro pilar. Más de 500 periodistas acreditados, 80 cadenas de televisión y decenas de radios requieren instalaciones técnicas de alta gama. Se habilitan salas de prensa, centros de transmisión satelital y redes de fibra óptica dedicadas. El transporte de cámaras, drones, consolas de edición y equipos técnicos entra en una ventana de tiempo ajustada, generalmente una semana antes del torneo. Cualquier error en este proceso implicaría fallas de transmisión que afectarían la imagen global del evento.
Otro frente clave es la logística de mercancía oficial. Tiendas temporales dentro del complejo comercializan desde gorras hasta pelotas firmadas y raquetas. Estas tiendas, que facturan más de 10 millones de euros durante el evento, se abastecen desde centros logísticos ubicados en las afueras de París. El inventario se monitorea en tiempo real y se repone a diario, especialmente en días de alta demanda como los fines de semana o los partidos de semifinales y finales.
Impacto económico y sostenibilidad como prioridad
El impacto económico de Roland Garros en la logística de París va mucho más allá del estadio. Se estima que el torneo genera cerca de 300 millones de euros en derrama económica para la ciudad, entre hoteles, restaurantes, transporte y turismo. Más de 40 mil noches de hotel se reservan específicamente para el torneo, lo que obliga a las cadenas hoteleras a establecer acuerdos con operadores logísticos para garantizar limpieza, abastecimiento de ropa blanca y alimentos.
Sin embargo, uno de los retos más recientes ha sido integrar la sostenibilidad en cada eslabón logístico. Desde 2021, el torneo ha comenzado a sustituir vehículos de gasolina por eléctricos o híbridos, incluyendo el transporte de jugadores. Se calcula que más del 80% de la flota operativa ahora es de bajas emisiones. También se ha implementado una logística inversa para el reciclaje: se clasifican residuos desde su origen en más de 500 puntos de reciclaje dentro del estadio, incluyendo botellas, empaques y restos de comida.
Otro aspecto interesante es el uso de análisis de datos y simulaciones logísticas. Mediante softwares como AnyLogic y SAP Event Management, se modelan flujos de personas, tiempos de espera y necesidades de mantenimiento. Esto permite prever cuellos de botella en entradas, accesos a gradas o baños, y actuar con antelación. El objetivo es garantizar que la experiencia del espectador sea fluida, sin interrupciones, y que el evento mantenga su prestigio internacional como uno de los mejor organizados del mundo.

Conclusión
La logística de Roland Garros no se limita a una cuestión de transporte y entrega de insumos. Representa la capacidad de París para demostrar su preparación como ciudad sede de eventos internacionales, y en muchos sentidos, sirve como ensayo general para otros eventos globales como los Juegos Olímpicos de París 2024. El torneo, además de deporte, es una vitrina de innovación logística, sostenibilidad urbana y colaboración público-privada en uno de los escenarios más exigentes del planeta. La arcilla de Roland Garros puede manchar los zapatos, pero la logística impecable deja huella en todo el mundo.