En enero de 2025, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de México implementó nuevas medidas fiscales que buscan regular la operación de plataformas digitales extranjeras. Este cambio obliga a empresas como Shein, Temu y AliExpress a registrarse en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) por las ventas realizadas en territorio mexicano. Las regulaciones han generado un debate significativo sobre sus implicaciones económicas y su impacto en el comercio electrónico.

El trasfondo de las regulaciones
Estas medidas surgen en un contexto de crecimiento exponencial del comercio electrónico en México, impulsado por la pandemia de COVID-19 y la creciente adopción de tecnología digital. En los últimos años, plataformas extranjeras han ganado terreno ofreciendo productos a precios competitivos, desafiando a los minoristas locales. Sin embargo, muchas de estas plataformas operaban sin pagar impuestos locales, lo que creaba una competencia desleal.
Según el SAT, estas nuevas regulaciones buscan nivelar el terreno de juego para los comerciantes locales y aumentar la recaudación fiscal. De acuerdo con cifras oficiales, se estima que el comercio electrónico representa más del 6% del PIB de México, con un crecimiento anual superior al 20%. A pesar de este auge, el gobierno considera que no se estaban capturando adecuadamente los ingresos fiscales generados por las ventas en línea, especialmente de proveedores extranjeros.
Requisitos clave para las plataformas extranjeras
Las nuevas medidas establecen que todas las plataformas extranjeras que ofrezcan productos o servicios a consumidores mexicanos deben:
- Registrarse en el RFC.
- Retener y remitir el IVA al SAT.
- Proporcionar información detallada sobre las transacciones realizadas en el país.
- Cumplir con las normativas locales en términos de facturación electrónica.
El incumplimiento de estas obligaciones podría resultar en sanciones significativas, incluyendo la imposibilidad de operar en el país.
Impacto en plataformas extranjeras
Empresas como Shein, Temu y AliExpress han sido las más afectadas por estas medidas. Estas plataformas han basado su modelo de negocio en precios bajos y envíos internacionales económicos, atrayendo a millones de consumidores mexicanos. Sin embargo, la obligación de pagar el IVA incrementa el costo final de sus productos, lo que podría hacerlos menos competitivos frente a alternativas locales.
Además, el registro en el RFC representa un desafío logístico y administrativo para estas compañías, especialmente para aquellas que no tienen una presencia física en el país. Según expertos, el cumplimiento de estas regulaciones podría requerir inversiones significativas en sistemas de facturación y gestión fiscal, así como una adaptación a las leyes locales.
Reacciones del sector
La implementación de estas medidas ha generado opiniones divididas. Por un lado, los minoristas locales y asociaciones empresariales han aplaudido la decisión del gobierno, argumentando que contribuye a crear condiciones de competencia más justas. Muchos comerciantes locales habían expresado preocupación por la dificultad de competir con precios tan bajos como los ofrecidos por las plataformas extranjeras, especialmente en un entorno donde estas no estaban sujetas a las mismas obligaciones fiscales.
Por otro lado, algunos consumidores y analistas han manifestado preocupación por el impacto de estas medidas en la diversidad de opciones disponibles y en los precios. Los consumidores mexicanos, atraídos por las ofertas y la variedad de productos en plataformas extranjeras, podrían enfrentar un aumento significativo en el costo de sus compras. Además, existe el riesgo de que algunas empresas decidan abandonar el mercado mexicano debido a la complejidad y los costos asociados con el cumplimiento de las nuevas normativas.
Perspectivas para el comercio electrónico en México
A pesar de los desafíos iniciales, estas medidas podrían tener efectos positivos a largo plazo para el ecosistema de comercio electrónico en México. Al nivelar las condiciones fiscales, el gobierno busca fomentar una competencia más equitativa que beneficie tanto a los consumidores como a los comerciantes locales. Además, el aumento en la recaudación fiscal podría destinarse a mejorar la infraestructura digital y los servicios públicos, lo que a su vez podría impulsar el desarrollo del comercio electrónico.
Por su parte, las plataformas extranjeras tendrán que adaptarse rápidamente a este nuevo entorno para mantener su participación en el mercado mexicano. Esto podría incluir estrategias como establecer almacenes locales para optimizar la logística y reducir costos, así como desarrollar alianzas con empresas mexicanas para fortalecer su posición.
Un precedente para la regulación global
La decisión de México también podría servir como un precedente para otros países que buscan regular las actividades de plataformas digitales extranjeras. Con el crecimiento del comercio electrónico a nivel global, muchos gobiernos enfrentan retos similares en términos de recaudación fiscal y protección de sus economías locales. En este sentido, la experiencia mexicana podría proporcionar lecciones valiosas para otras naciones.
En conclusión, las nuevas medidas fiscales del SAT representan un cambio significativo en el panorama del comercio electrónico en México. Aunque su implementación plantea desafíos tanto para las plataformas extranjeras como para los consumidores, también ofrece una oportunidad para fortalecer el sector y promover un crecimiento más equilibrado y sostenible. El tiempo dirá si estas regulaciones logran alcanzar sus objetivos y consolidar a México como un líder en la regulación del comercio digital.