Nearshoring: impulso logístico en México

En la última década, México ha sido testigo de un cambio en las dinámicas del comercio internacional. Mientras el mundo se enfrenta a desafíos como las disrupciones de la cadena de suministro global y la creciente incertidumbre geopolítica, el fenómeno del nearshoring ha emergido como una de las principales estrategias logísticas de empresas que buscan optimizar sus operaciones en América del Norte. Esta tendencia se ha acelerado en 2025, convirtiéndose en un elemento fundamental para la competitividad y crecimiento económico del país.

¿Qué es el nearshoring y por qué es tan importante para México?

El nearshoring es el proceso mediante el cual las empresas reubican parte de sus operaciones de producción o distribución de productos más cerca de los mercados a los que sirven, en lugar de mantener sus fábricas o centros logísticos en países lejanos. En el caso de México, este fenómeno ha cobrado relevancia debido a la proximidad geográfica con Estados Unidos, su principal socio comercial, así como a las ventajas competitivas que el país ofrece en términos de costos laborales, infraestructura y acuerdos comerciales.

La industria logística juega un papel crucial en esta dinámica, pues la eficiencia en el transporte y la distribución de mercancías se vuelve esencial para las empresas que buscan maximizar sus márgenes de rentabilidad y reducir tiempos de entrega. En este sentido, México se presenta como un socio clave debido a su infraestructura portuaria, vial y ferroviaria, que ha sido fortalecida en los últimos años para facilitar este tipo de flujos comerciales.

El impacto de la automatización en el nearshoring

Uno de los principales factores que ha impulsado la adopción del nearshoring en México es la creciente automatización de procesos logísticos. Las empresas no solo buscan reducir costos laborales, sino también aumentar la precisión y eficiencia de sus operaciones. El uso de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT), y los vehículos autónomos, ha permitido una optimización significativa de las operaciones logísticas en el país.

Los puertos de Veracruz y Manzanillo, por ejemplo, han adoptado sistemas automatizados de gestión de carga que permiten un manejo más rápido y eficiente de los contenedores, reduciendo los tiempos de espera y aumentando la capacidad de procesamiento. Este tipo de innovaciones son clave para hacer frente a la demanda creciente de productos que el nearshoring genera, especialmente en sectores como la automotriz, la electrónica y la manufactura.

La infraestructura logística de México como ventaja competitiva

México ha logrado posicionarse como un centro logístico clave en América del Norte gracias a su red de infraestructura de transporte. Desde carreteras de alta calidad hasta una extensa red ferroviaria, el país ofrece a las empresas una capacidad de distribución única para llegar rápidamente a los mercados de Estados Unidos y Canadá.

En 2025, las inversiones en infraestructura se han intensificado. El gobierno mexicano ha destinado recursos para mejorar las conexiones viales entre los principales polos industriales del norte y sur del país. Además, se han lanzado proyectos para modernizar los puertos del Pacífico y del Golfo de México, lo que permite una mayor capacidad para recibir y exportar productos de manera más eficiente.

Las zonas económicas especiales en estados como Baja California, Sonora, Nuevo León y Coahuila se han convertido en hubs logísticos que ofrecen una conectividad sin igual, facilitando el flujo de mercancías hacia los Estados Unidos y permitiendo la entrada más rápida de productos provenientes de Asia.

El rol de las inversiones extranjeras en el crecimiento del nearshoring

Otro factor que ha impulsado la logística y el nearshoring en México es la creciente atracción de inversiones extranjeras directas (IED). Empresas globales, principalmente de Estados Unidos, están viendo en México una oportunidad para reducir costos operativos y mejorar sus cadenas de suministro. De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía de México, las inversiones en la industria manufacturera y de logística alcanzaron niveles récord en 2024, y se espera que esta tendencia continúe en 2025.

Un ejemplo claro de esta dinámica es la expansión de gigantes como Tesla, que ha comenzado a construir una nueva planta en Monterrey, Nuevo León. Este proyecto no solo es una muestra del impacto del nearshoring, sino que también refuerza la infraestructura logística de la región, ya que la empresa tendrá acceso directo a los puertos de Tampico y Veracruz para exportar sus productos a Estados Unidos y otros mercados internacionales.

Otras empresas del sector tecnológico, como Foxconn y Samsung, también han ampliado sus operaciones en México, con fábricas en el Bajío y el norte del país. Estas inversiones han generado una cadena de suministro local cada vez más robusta, lo que beneficia tanto a las empresas como a los trabajadores mexicanos, que ahora tienen acceso a empleos más cualificados en sectores industriales de alto valor añadido.

Desafíos logísticos en el nearshoring y cómo se están abordando

A pesar de las oportunidades, el nearshoring en México enfrenta ciertos desafíos logísticos que deben ser superados para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Uno de los problemas recurrentes es la congestión en algunos de los principales corredores logísticos, como la zona de Monterrey y el estado de Chihuahua. Las crecientes demandas de exportación e importación han generado cuellos de botella en algunos puntos clave, lo que ha obligado al gobierno y las empresas a tomar medidas para mejorar la capacidad de estas áreas.

El gobierno mexicano ha anunciado en 2025 un plan de inversiones de más de 5,000 millones de dólares para la construcción y mejora de infraestructuras en estos corredores, con el fin de reducir los tiempos de tránsito y aumentar la eficiencia en el transporte. Este plan incluye la expansión de la red ferroviaria, la mejora de las carreteras y la modernización de los sistemas de control de tráfico en los puertos más importantes del país.

Otro desafío significativo es la escasez de mano de obra calificada en el sector logístico. Aunque México cuenta con una fuerza laboral competitiva, la demanda de profesionales en áreas como gestión de la cadena de suministro, ingeniería industrial y tecnologías de la información ha superado la oferta disponible. Este problema ha generado una presión adicional sobre las empresas para contratar y capacitar a nuevos trabajadores, lo que a su vez incrementa los costos operativos.

La sostenibilidad en la logística y el nearshoring

La sostenibilidad es otra preocupación clave en el nearshoring. La logística, al ser una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, enfrenta una creciente presión para adoptar prácticas más ecológicas. En respuesta, muchas empresas que operan en México están invirtiendo en vehículos eléctricos y en la optimización de sus procesos para reducir el impacto ambiental de sus operaciones.

Además, México ha implementado políticas para promover la sostenibilidad en la industria logística, como incentivos fiscales para empresas que inviertan en energías renovables y en soluciones de transporte más limpias. Se espera que, a medida que el nearshoring continúe creciendo, estas iniciativas se expandan, favoreciendo la transición hacia un modelo logístico más ecológico.

El futuro del nearshoring en México

A medida que México avanza hacia un modelo de desarrollo más sostenible y competitivo, el nearshoring se perfila como una de las estrategias logísticas más exitosas para el país. La cercanía con Estados Unidos, la mejora en la infraestructura y el atractivo para las inversiones extranjeras permiten que el país continúe consolidándose como un líder en el comercio internacional.

En los próximos años, se espera que México continúe siendo un destino privilegiado para el nearshoring, y que el gobierno y las empresas trabajen de la mano para superar los desafíos logísticos que surjan en el camino. Con el enfoque adecuado, México podría convertirse en el principal centro de distribución en América Latina, no solo para América del Norte, sino también para el resto del mundo.

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