El nearshoring es una estrategia empresarial que consiste en trasladar la producción o servicios a un país cercano al mercado de consumo, en lugar de hacerlo en regiones más alejadas. Esta práctica se ha convertido en una tendencia creciente en el comercio internacional debido a la búsqueda de reducción de costos, mejora en tiempos de entrega y mitigación de riesgos en la cadena de suministro. Según estudios recientes, el nearshoring ha aumentado un 20 % en América del Norte en los últimos cinco años, impulsado por factores como la crisis global de suministros, los cambios en las políticas comerciales y la necesidad de mayor resiliencia en la producción. Empresas de distintos sectores, desde la manufactura hasta la tecnología, están optando por esta estrategia para mantenerse competitivas en un entorno económico cada vez más dinámico.

Factores que impulsan la adopción del nearshoring
Uno de los principales factores que ha llevado al crecimiento del nearshoring es la necesidad de reducir los costos de transporte y mejorar los tiempos de entrega. En un mundo donde la velocidad en la distribución de productos es clave, muchas empresas han visto cómo los largos tiempos de tránsito desde Asia hacia mercados como América del Norte o Europa afectan su competitividad. Al establecer operaciones en países cercanos, las compañías pueden reducir significativamente estos tiempos, permitiendo una respuesta más rápida a la demanda del mercado.
Otro factor determinante es la estabilidad en la cadena de suministro. Durante los últimos años, eventos como la pandemia de COVID-19 y las tensiones comerciales entre grandes potencias han evidenciado la vulnerabilidad de depender de proveedores ubicados a miles de kilómetros de distancia. El nearshoring permite a las empresas diversificar sus fuentes de producción y reducir la exposición a interrupciones logísticas, lo que se traduce en una mayor seguridad operativa.
Además, los avances en la automatización y la digitalización han facilitado la transición hacia modelos de producción más localizados. Las nuevas tecnologías han permitido que los costos laborales en regiones cercanas sean más competitivos en comparación con países tradicionalmente utilizados para la manufactura, como China o India. Esto ha llevado a que muchas compañías reconsideren sus estrategias de producción y busquen alternativas que les permitan mejorar su eficiencia sin comprometer la rentabilidad.
Impacto del nearshoring en los países receptores
El nearshoring no solo beneficia a las empresas que lo implementan, sino que también genera impactos significativos en los países que reciben la inversión. En América Latina, especialmente en México, esta estrategia ha impulsado la generación de empleos y el desarrollo de infraestructura para la manufactura y el comercio. Según datos recientes, México ha visto un incremento del 30 % en nuevas inversiones industriales debido al crecimiento del nearshoring, consolidándose como un destino clave para empresas estadounidenses y canadienses que buscan acercar su producción a Norteamérica.
Otro impacto importante es el fortalecimiento de la economía local. Con la llegada de más empresas extranjeras, se generan oportunidades para proveedores locales, fomentando el crecimiento de industrias complementarias. Esto no solo impulsa el empleo, sino que también mejora la competitividad de la región y aumenta el acceso a tecnología de punta.
Sin embargo, el nearshoring también plantea desafíos para los países receptores. La demanda creciente de infraestructura, mano de obra calificada y políticas comerciales favorables requiere que los gobiernos y empresas trabajen en conjunto para garantizar que este modelo sea sostenible a largo plazo. En algunos casos, la rápida llegada de inversiones puede generar presión sobre los recursos locales, como el acceso a energía o la disponibilidad de talento especializado.
Perspectivas futuras del nearshoring en la economía global
El nearshoring ha dejado de ser una tendencia temporal para convertirse en una estrategia clave dentro de la globalización moderna. A medida que más empresas buscan reducir sus riesgos y mejorar su eficiencia operativa, es probable que esta práctica siga expandiéndose en distintas industrias. En sectores como la automoción, la tecnología y la manufactura avanzada, se espera que la reubicación de operaciones hacia regiones más cercanas continúe en crecimiento durante los próximos años.
Uno de los factores que definirá el futuro del nearshoring será la evolución de las políticas comerciales y los acuerdos internacionales. Los tratados de libre comercio juegan un papel fundamental en la decisión de las empresas al momento de elegir dónde establecer sus operaciones. Regiones con acuerdos comerciales sólidos, como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), seguirán atrayendo inversiones debido a los beneficios arancelarios y la cercanía geográfica.
Además, la sostenibilidad se convertirá en un factor clave dentro de las estrategias de nearshoring. La reducción de emisiones de carbono y la adopción de prácticas de manufactura más responsables serán consideraciones esenciales para las empresas que buscan cumplir con regulaciones ambientales y mejorar su imagen corporativa. Estudios han demostrado que el nearshoring puede reducir hasta un 40 % las emisiones de CO₂ relacionadas con el transporte de mercancías, lo que refuerza su atractivo en un contexto de creciente conciencia ambiental.

Conclusión
El nearshoring está transformando la forma en que las empresas gestionan su producción y cadena de suministro, ofreciendo ventajas en costos, tiempos de entrega y estabilidad operativa. Su impacto no solo beneficia a las compañías que lo implementan, sino que también impulsa el crecimiento económico de los países receptores. A medida que esta estrategia continúa evolucionando, será clave para el desarrollo de nuevas oportunidades en el comercio global, fortaleciendo la competitividad y adaptabilidad de las industrias ante los cambios en el mercado.