En un país con casi dos millones de kilómetros cuadrados de extensión y una red de carreteras, ferrocarriles y puertos estratégicamente ubicados, la logística de movilidad y vialidad se convierte en un factor crítico para el desarrollo económico. México, al ser una potencia manufacturera y un eslabón clave en las cadenas globales de suministro, ha identificado zonas donde la infraestructura logística alcanza niveles superiores de eficiencia. Desde el norte industrial hasta los centros logísticos emergentes en el sur, aquí se detallan cinco regiones donde la movilidad y la vialidad impulsan la logística de manera excepcional.
Ciudad de México y zona metropolitana: El nodo central del país
La capital del país no solo es el corazón político y económico, sino también uno de los principales ejes logísticos de México. La Ciudad de México y su zona metropolitana, que abarca municipios del Estado de México como Ecatepec, Naucalpan y Tlalnepantla, se han consolidado como un punto de intersección clave para el tránsito de mercancías.
Conectada por más de 700 kilómetros de vías rápidas, distribuidos entre el Anillo Periférico, el Circuito Interior, la Autopista Urbana Norte y el Viaducto Miguel Alemán, la capital logra integrar eficientemente a distintas zonas productivas del país. Además, cuenta con un acceso privilegiado al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que movilizó más de 580 mil toneladas de carga aérea en 2023, según datos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Asimismo, en los últimos años se ha fortalecido la conectividad con el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que ya atiende vuelos de carga desde Asia y América. Esto ha permitido descongestionar rutas tradicionales y brindar nuevas opciones logísticas a operadores nacionales e internacionales.
El transporte público también ha contribuido a la movilidad general, al evitar que más vehículos de carga compartan espacio con automóviles particulares. El Metrobús y el Metro transportan a millones de personas diariamente, permitiendo que zonas industriales y comerciales como Vallejo, Iztapalapa o Azcapotzalco operen sin colapsar el tráfico vial.
No obstante, el reto de la congestión sigue latente. La CDMX fue catalogada como la ciudad con más tráfico del continente según el Índice de Tráfico TomTom 2023. A pesar de ello, su conectividad multimodal sigue posicionándola como un epicentro logístico de relevancia.
Monterrey: Fuerza industrial con infraestructura de primer nivel
La capital de Nuevo León se ha consolidado como una de las ciudades más estratégicas para la logística de movilidad y vialidad en México. Con una red carretera que la conecta directamente con la frontera de Estados Unidos y con importantes corredores industriales, Monterrey lidera el norte del país en temas de conectividad, manufactura y exportación.
El Periférico Metropolitano, la autopista Monterrey-Saltillo y la Monterrey-Nuevo Laredo son piezas clave en el sistema vial que mueve diariamente miles de toneladas de mercancías. Solo por la aduana de Nuevo Laredo, que conecta con Texas, transitan más del 36% del comercio terrestre entre México y Estados Unidos, de acuerdo con cifras del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Monterrey también es pionera en el uso de tecnologías de movilidad urbana. El uso de sistemas de monitoreo de tránsito, semáforos inteligentes y control digital de transporte urbano ha permitido reducir tiempos de traslado en corredores industriales como Apodaca, Santa Catarina y Escobedo, donde se concentra una buena parte de la inversión extranjera.
Además, la región está impulsando nuevos parques logísticos inteligentes que combinan conectividad, sustentabilidad y tecnología, reforzando su posición como hub del nearshoring. En 2023, Nuevo León atrajo más de 10 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, gran parte vinculada con el sector logístico e industrial.
Guadalajara: Innovación y logística en el occidente
Guadalajara, conocida como el “Silicon Valley mexicano”, no solo destaca por su ecosistema tecnológico, sino también por ser un nodo logístico fundamental en el occidente del país. La capital de Jalisco ha fortalecido su infraestructura vial para convertirse en un punto de distribución eficiente que conecta al Bajío, el Pacífico y el norte del país.
Con el macrolibramiento de Guadalajara, que abarca más de 100 kilómetros de vía rápida, se logró desviar el tránsito pesado del centro de la ciudad, reduciendo considerablemente los tiempos de entrega de mercancías. Esta vía conecta con autopistas clave como la Guadalajara-Tepic, Guadalajara-Colima y Guadalajara-León.
Además, Guadalajara cuenta con el Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo, que en 2023 movilizó más de 200 mil toneladas de carga aérea, y un sistema ferroviario que conecta con los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas. Esta red intermodal la convierte en una ciudad clave para la logística de importación y exportación, especialmente para empresas del sector electrónico, automotriz y agroindustrial.
El transporte público metropolitano también se ha ampliado, con la Línea 3 del tren ligero y sistemas como Mi Macro Periférico, que alivian la carga vehicular en zonas industriales como El Salto o Tlaquepaque.
Querétaro: El nuevo corazón logístico del Bajío
Querétaro ha pasado de ser un estado tradicionalmente agrícola a convertirse en uno de los principales centros logísticos del país. Su ubicación estratégica entre Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey lo convierte en un punto de distribución ideal. De hecho, el 70% del PIB nacional puede alcanzarse desde Querétaro en menos de 10 horas por carretera.
La infraestructura vial del estado ha crecido significativamente. La carretera 57, que cruza el país de norte a sur, es una de las arterias logísticas más transitadas, mientras que corredores industriales como El Marqués, San Juan del Río y Colón concentran grandes centros de distribución y parques tecnológicos.
El Aeropuerto Intercontinental de Querétaro (AIQ) ha incrementado sus operaciones de carga de forma notable. En 2023, movilizó más de 68 mil toneladas de mercancía, consolidándose como uno de los aeropuertos de carga con mayor crecimiento del país.
Querétaro también ha apostado por el desarrollo de infraestructura inteligente, como centros de monitoreo de tráfico y plataformas de gestión de transporte, que ayudan a coordinar mejor los tiempos de entrega y a mejorar la eficiencia de las rutas urbanas e intermunicipales.
Veracruz: El puerto que conecta México con el mundo
El puerto de Veracruz, con más de 500 años de historia, sigue siendo uno de los pilares de la logística nacional. Su importancia no solo radica en su actividad marítima, sino en la red vial y ferroviaria que lo vincula con el resto del país.
Con una inversión de más de 30 mil millones de pesos en los últimos años, el nuevo puerto de Veracruz ha ampliado su capacidad a más de 90 millones de toneladas de carga al año. Esta expansión ha venido acompañada de mejoras viales como la autopista Veracruz-Xalapa, el libramiento portuario y la conexión con el ferrocarril del Istmo.
Veracruz destaca por ser un punto logístico multimodal. Desde allí se exportan vehículos, maquinaria, productos agrícolas y químicos, lo que requiere una coordinación precisa entre vialidad, trenes, barcos y operadores logísticos.
Además, su ubicación es clave para integrar el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que busca ofrecer una alternativa al Canal de Panamá mediante la conexión del Pacífico con el Atlántico.
Conclusión
La logística de movilidad y vialidad en México encuentra en estos cinco lugares una base sólida para el crecimiento económico y la competitividad internacional. Cada región ofrece una combinación única de infraestructura, tecnología, ubicación geográfica y dinamismo industrial. Ya sea por su conexión con mercados globales, por su eficiencia urbana o por su capacidad de adaptación a los retos del futuro, estos puntos representan lo mejor del país en términos logísticos. Apostar por ellos es apostar por una logística más ágil, inteligente y sostenible.
