El torneo de Wimbledon, uno de los eventos deportivos más emblemáticos del mundo, no solo es reconocido por su tradición tenística, sino también por su sofisticada e innovadora operación logística. Realizado cada verano en Londres, este torneo reúne a más de 500 mil asistentes durante dos semanas, además de miles de empleados, voluntarios, periodistas y jugadores provenientes de todo el mundo. La complejidad que implica coordinar los traslados, la seguridad, los suministros, la tecnología, la alimentación y la sostenibilidad en un evento de esta magnitud exige una logística de clase mundial. Gracias a su combinación de planificación meticulosa, tecnología avanzada y criterios de sustentabilidad, Wimbledon se ha convertido en un referente de cómo debe operar un evento deportivo global con precisión y eficiencia, sin perder su sello tradicional.

Coordinación de flujos humanos y transporte inteligente
Uno de los retos logísticos más importantes de Wimbledon es la movilidad de cientos de miles de personas hacia y dentro del All England Lawn Tennis Club. Para lograrlo, Londres implementa un sistema de transporte inteligente que combina el uso del metro, trenes suburbanos, autobuses, vehículos oficiales, bicicletas y recorridos a pie. La estación de Southfields, ubicada en la línea District, se convierte durante el torneo en uno de los puntos más transitados de la ciudad, con servicios reforzados y personal adicional para guiar a los visitantes.
Las autoridades londinenses, en conjunto con los organizadores del torneo, diseñan rutas específicas para peatones y delimitan accesos vehiculares con el fin de reducir la congestión. La señalización digital, el uso de aplicaciones de movilidad y la presencia de voluntarios bien capacitados aseguran que los asistentes puedan llegar a sus asientos a tiempo, evitando aglomeraciones.
Además, la logística incluye la coordinación de vehículos oficiales que transportan a jugadores, entrenadores y personal técnico desde los hoteles hasta el club. Cada traslado está cronometrado para evitar demoras, y se utilizan sistemas GPS en tiempo real para anticipar el tráfico y modificar rutas si es necesario. También se habilitan servicios de lanzaderas privadas para personal clave, lo cual permite mantener un flujo constante y seguro de operaciones internas.
Para evitar interrupciones, Wimbledon establece un centro de comando logístico que monitorea en tiempo real la circulación de personas, los niveles de ocupación en zonas críticas y el comportamiento del tráfico en los alrededores. Esto permite una respuesta inmediata ante cualquier eventualidad o desvío necesario.
Suministro eficiente y gestión tecnológica avanzada
Wimbledon requiere una logística de suministro de alta precisión para cubrir todas las necesidades del torneo: desde alimentos frescos y bebidas, hasta equipamiento deportivo, uniformes, productos oficiales, tecnología de transmisión y soporte médico. Cada proveedor trabaja bajo cronogramas estrictos de entrega y recibe acreditaciones especiales para ingresar al recinto en franjas horarias controladas. Esto reduce el impacto en el flujo de personas y mantiene la experiencia fluida para los asistentes.
La operación detrás de las canchas es aún más exigente. Las pelotas, que son uno de los símbolos del torneo, se almacenan y distribuyen con extremo cuidado. Cada día se utilizan más de 50 mil pelotas nuevas, que deben estar en condiciones óptimas de presión y temperatura. Estas se trasladan y reemplazan en tiempo real, con sistemas de control que garantizan que nunca falten durante los partidos y que las ya utilizadas sean recicladas o reutilizadas.
La tecnología juega un papel esencial en esta operación. Los sistemas de inventario automatizados permiten conocer con exactitud la ubicación de cada artículo, facilitando su reposición o redistribución inmediata. Los dispositivos móviles que utilizan los encargados de logística están conectados a una base de datos central, que actualiza los movimientos en tiempo real y evita errores por duplicación o retraso.
Para la transmisión internacional, se instalan estaciones móviles de comunicación y centros de datos temporales que permiten el envío simultáneo de video y sonido en alta definición a más de 200 países. Este proceso requiere conexiones de fibra óptica, respaldo de energía eléctrica, refrigeración especializada y personal técnico que trabaja las 24 horas del día.
La logística tecnológica también se extiende a los jugadores. Cada uno recibe un kit personalizado con equipo deportivo, itinerarios, acreditaciones, horarios de entrenamiento y alimentación ajustada a sus necesidades. Todo esto se organiza con semanas de anticipación mediante plataformas digitales que conectan a entrenadores, médicos, organizadores y proveedores.
Sostenibilidad y adaptación al entorno urbano
Una de las innovaciones logísticas más notables de Wimbledon es su enfoque en la sostenibilidad. Consciente del impacto ambiental que puede generar un evento de esta magnitud, el torneo ha adoptado medidas logísticas ecológicas que han sido reconocidas internacionalmente. Esto incluye el uso de energía renovable en sus instalaciones, sistemas de reciclaje avanzados y reducción del uso de plásticos de un solo uso.
La mayoría de los suministros alimenticios son locales, lo que disminuye la huella de carbono asociada al transporte de mercancías. Además, se implementan prácticas de logística inversa para recoger envases, uniformes, empaques y otros materiales reutilizables una vez que termina su ciclo operativo durante el evento.
Wimbledon también ha desarrollado una estrategia para reducir el desperdicio de alimentos. Los excedentes son recolectados y redistribuidos a organizaciones benéficas, mediante una red logística que actúa al cierre de cada jornada. Esta práctica requiere una operación nocturna adicional, perfectamente sincronizada, que permite maximizar el aprovechamiento de los recursos.
El torneo también promueve el uso de transporte público, bicicletas y caminatas para reducir el número de vehículos en circulación. Incluso el diseño del recinto y las zonas temporales de servicio han sido pensadas para integrarse con el entorno urbano sin causar afectaciones mayores. Las estructuras desmontables se instalan y retiran con precisión milimétrica, con cronogramas que cumplen rigurosamente los plazos permitidos por las autoridades locales.
La estrategia de logística sostenible no es solo una acción de imagen: forma parte del plan a largo plazo del All England Club para convertir a Wimbledon en un evento completamente carbono neutral para finales de esta década. Esto representa una transformación profunda de la logística tradicional hacia un modelo más consciente y respetuoso del entorno.

Conclusión
La logística de Wimbledon es un ejemplo claro de cómo la innovación, la planificación y la sostenibilidad pueden integrarse en un evento de talla mundial sin perder eficiencia ni calidad. Desde el transporte de miles de asistentes hasta la precisión en el suministro de productos especializados, cada aspecto está cuidadosamente diseñado para garantizar una experiencia impecable tanto para los jugadores como para el público. El uso de tecnología avanzada, la atención al detalle y el compromiso con el medio ambiente colocan a Wimbledon a la vanguardia de la logística deportiva global. Londres demuestra, con este torneo, que la tradición puede convivir perfectamente con la modernidad, y que la excelencia logística no solo apoya al deporte, sino que también construye un modelo replicable para otros eventos masivos del siglo XXI.