La construcción de puentes, ya sean colgantes, atirantados, de arco o de viga, requiere de una planificación milimétrica en cada fase. En este proceso, la logística se convierte en un factor determinante para garantizar que los recursos materiales, humanos y técnicos lleguen al lugar correcto en el momento justo. Desde el diseño hasta la entrega final, la logística actúa como el sistema circulatorio del proyecto, alimentando de manera constante cada eslabón constructivo. Una gestión deficiente de esta área puede implicar retrasos costosos, desperdicio de materiales o incluso errores estructurales que comprometan la seguridad. Por eso, cuando se habla de puentes, no se puede dejar fuera la palabra “logística”.

Coordinación de suministros: La base invisible del éxito
En la construcción de un puente, la entrega puntual de materiales es fundamental. Elementos como acero estructural, concreto premezclado, maquinaria pesada o piezas prefabricadas deben estar disponibles conforme avanza el cronograma de obra. Cualquier retraso logístico implica interrupciones que encarecen el proyecto. Por ejemplo, de acuerdo con un estudio de McKinsey & Company, los proyectos de infraestructura en América Latina suelen presentar un sobrecosto de entre 20% y 45% debido a problemas de planificación y logística.
Cuando se trata de puentes de gran envergadura, los materiales pueden provenir de múltiples regiones o incluso países. Esto exige la sincronización de rutas marítimas, terrestres o ferroviarias, así como la gestión eficiente de aduanas y permisos especiales. Un caso relevante fue el puente de Baluarte, en México, donde varias de las piezas metálicas llegaron desde Estados Unidos y Europa. La logística tuvo que ajustarse para que los componentes llegaran justo cuando se requerían, sin saturar las zonas de obra.
Además, hay que considerar las condiciones locales del terreno. En zonas montañosas o de difícil acceso, el transporte de materiales requiere vehículos especializados y una planeación anticipada. De igual forma, en regiones con lluvias constantes o climas extremos, los suministros deben protegerse adecuadamente y planificarse con holgura para evitar interrupciones. Esto implica monitoreo constante del clima, sistemas de rastreo GPS y almacenamiento temporal.
Los almacenes cercanos a la obra juegan también un rol logístico vital. No solo permiten resguardar materiales de alto valor, sino que optimizan los tiempos de carga y descarga, reduciendo el número de desplazamientos y aumentando la eficiencia del proceso constructivo. Incluso la seguridad de los suministros recae en una logística bien diseñada, pues se previenen robos o extravíos gracias a registros precisos, supervisión y trazabilidad.
Gestión de maquinaria y personal en entornos críticos
La logística no se limita a mover materiales. También incluye la coordinación de maquinaria pesada como grúas, cimbras móviles, perforadoras, lanzadoras de dovelas o sistemas de encofrado. Estas herramientas no solo deben estar disponibles, sino calibradas, montadas y operadas por personal capacitado en el momento exacto. En muchos casos, estas máquinas son alquiladas por hora o por jornada, lo que significa que cualquier retraso implica costos adicionales importantes.
De acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el alquiler promedio de una grúa de gran tonelaje en México puede superar los 25,000 pesos diarios, sin considerar operador ni traslado. Por lo tanto, si la logística no está sincronizada, esos equipos pueden permanecer inactivos mientras el presupuesto sigue consumiéndose.
Asimismo, la logística humana es igual de crítica. Los trabajadores especializados, como soldadores estructurales, topógrafos, ingenieros civiles o técnicos en cimentación profunda, deben estar programados de acuerdo con la etapa del proyecto. Si llegan antes o después de tiempo, no solo se genera un desajuste de recursos, sino que puede haber cuellos de botella o errores en la ejecución.
Esto se vuelve aún más complejo cuando los puentes se construyen en zonas remotas, donde es necesario instalar campamentos temporales, comedores, baños portátiles, primeros auxilios y hasta zonas de descanso. La logística entonces se transforma en un sistema integral que debe garantizar no solo productividad, sino también seguridad, salud y bienestar de los trabajadores.
Uno de los casos más emblemáticos fue el Puente Hong Kong-Zhuhai-Macao, en China. Con 55 km de longitud, involucró a más de 14 mil trabajadores, y su construcción tomó casi nueve años. El proyecto requería una precisión absoluta en la coordinación de turnos, suministros, traslados en ferry, y operaciones marítimas. La logística no era una parte más del proceso, era el eje alrededor del cual giraba todo.
Tiempos, costos y sostenibilidad: Los desafíos actuales
La logística en la construcción de puentes no solo debe ser efectiva, sino también rentable y, cada vez más, sostenible. Hoy, los contratistas enfrentan la presión de cumplir con normativas ambientales, reducir emisiones, minimizar residuos y optimizar recursos energéticos. Todo esto impacta directamente en cómo se planifican y ejecutan los procesos logísticos.
Por ejemplo, la optimización de rutas para transporte de materiales no solo ayuda a reducir tiempos, sino también el consumo de combustible y las emisiones de CO₂. Según datos del Instituto Mexicano del Transporte, una planificación deficiente de rutas puede aumentar en un 30% el consumo de diésel en maquinaria pesada. Al integrar software de gestión de flotas, tecnologías de geolocalización y análisis de datos, las constructoras pueden mejorar el rendimiento de cada viaje, evitando recorridos innecesarios.
También es importante el uso de materiales locales siempre que sea posible, no solo para apoyar a la economía de la zona, sino para reducir la huella de carbono derivada del transporte. De igual forma, la planificación de prefabricados, que permite producir piezas fuera del sitio y ensamblarlas en el lugar, está revolucionando la logística constructiva, al disminuir riesgos, tiempos y residuos en obra.
En cuanto a costos, la logística puede representar hasta el 20% del presupuesto total de un proyecto de infraestructura, según el Banco Mundial. Sin embargo, cuando está bien diseñada, este gasto puede transformarse en ahorro, al evitar desperdicios, retrasos, ociosidad y multas por incumplimientos contractuales. Las constructoras que apuestan por logística inteligente tienen hasta un 30% más de probabilidad de entregar a tiempo y dentro del presupuesto.
Además, con la creciente digitalización de la construcción, la logística se ha apoyado en herramientas como BIM (Building Information Modeling), sistemas ERP, drones para inspección aérea, y plataformas colaborativas en línea que permiten visualizar en tiempo real el avance de entregas, movimientos y necesidades de recursos. Esto permite tomar decisiones informadas en minutos, en lugar de días, y reduce drásticamente los márgenes de error.

Conclusión
La construcción de puentes es mucho más que levantar estructuras monumentales; es un proceso donde la logística actúa como columna vertebral. Desde el abastecimiento oportuno de materiales hasta la gestión eficiente del personal y maquinaria, pasando por la planificación de rutas, almacenamiento y sostenibilidad, cada eslabón requiere precisión y coordinación. En un mundo donde los márgenes de error son cada vez menores y las exigencias técnicas y ambientales aumentan, una logística bien implementada no es un lujo, sino una necesidad para construir puentes que no solo unan territorios, sino también eficiencia, seguridad y progreso.