Dentro de un almacén, la clasificación de la mercancía no es un simple detalle operativo: es un factor clave que define la eficiencia, la rapidez y la calidad del servicio logístico. Un error en la forma de agrupar, identificar o ubicar productos puede desencadenar pérdidas económicas importantes.

¿Por qué la clasificación correcta es tan importante?
Clasificar adecuadamente permite una localización rápida, un surtido más ágil de pedidos y una rotación eficiente de inventario. Además, minimiza errores en el picking y en los embarques, lo cual impacta directamente en la satisfacción de los clientes.
Una mala clasificación, en cambio, genera confusión operativa, retrabajos, demoras y un mayor riesgo de enviar productos equivocados. A la larga, estos errores afectan la percepción de calidad de la empresa ante sus clientes.
Principales errores en la clasificación de mercancía
Uno de los errores más comunes es no separar productos por tipo, tamaño o nivel de rotación. También se cometen errores al no etiquetar correctamente o usar codificaciones poco claras para el personal operativo.
Otro problema frecuente es cambiar constantemente las ubicaciones de los productos sin una lógica definida, lo que genera desorganización y tiempos muertos al momento de surtir órdenes o recibir nueva mercancía.
Consecuencias operativas de una clasificación deficiente
Cuando la mercancía está mal clasificada, el picking se vuelve más lento y propenso a errores. Esto provoca retrasos en la preparación de pedidos, incremento de devoluciones y mayor desgaste del personal que debe recorrer distancias más largas o buscar productos en lugares erróneos.
Además, una mala clasificación suele traducirse en mayor uso de espacio, afectando la capacidad del almacén y elevando los costos operativos por almacenaje innecesario.
Consecuencias económicas de clasificar incorrectamente
Cada error de surtido, cada devolución de mercancía y cada retraso en la entrega implica costos adicionales. La mala clasificación puede hacer que se requiera más personal para las mismas tareas o que se gasten recursos en reacomodos constantes.
Peor aún, la acumulación de errores afecta la lealtad de los clientes, reduciendo ventas futuras y dañando la reputación de la empresa en un mercado donde la eficiencia logística es cada vez más valorada.
Cómo mejorar la clasificación de mercancía
Para evitar estos problemas, es indispensable establecer reglas claras de clasificación desde el primer momento. Agrupar productos por familias, dimensiones, rotación o fragilidad facilita la operación y reduce riesgos.
Además, se deben implementar sistemas de identificación claros, como etiquetas visibles, códigos de barras y sistemas de localización automatizados que permitan encontrar la mercancía rápidamente y sin margen de error.
Importancia del layout en la clasificación correcta
El diseño del layout del almacén debe ser congruente con la clasificación de mercancías. Colocar productos de alta rotación cerca de las áreas de salida, organizar zonas por tipo de producto y facilitar el acceso a mercancías voluminosas son acciones clave para optimizar tiempos y movimientos.
Un buen layout, combinado con una clasificación lógica, puede aumentar significativamente la productividad y reducir costos de operación en el almacén.

Capacitación continua: clave para mantener la correcta clasificación
No basta con definir buenas reglas de clasificación. Es fundamental capacitar constantemente al personal de almacén en las prácticas correctas, actualizar procedimientos cuando cambien los productos y supervisar que las reglas se apliquen de manera consistente.
El personal bien entrenado no solo trabaja de manera más eficiente, sino que también se convierte en un agente de mejora continua dentro de la operación logística.