La forma en que se etiqueta la mercancía al recibirla y almacenarla tiene un impacto directo en la trazabilidad, el control de inventario y la eficiencia del surtido. Etiquetar por lote o por pieza no es solo una cuestión operativa: debe responder a la naturaleza del producto, los requisitos del cliente y la estrategia logística de cada operación.

Etiquetar por lote es útil para productos homogéneos
Cuando se reciben múltiples unidades del mismo producto, provenientes del mismo proveedor y con las mismas características (como fecha de caducidad, número de lote o condiciones de empaque), etiquetar por lote suele ser suficiente. Esta estrategia permite ahorrar tiempo en recepción y reduce la carga administrativa.
Además, es útil en operaciones donde no se requiere trazabilidad por unidad, como productos de alta rotación, consumibles o mercancía que se mueve en cajas cerradas. En estos casos, basta con mantener el lote identificado para gestionar entradas, salidas y devoluciones.
Por pieza es ideal cuando cada unidad importa
En cambio, cuando cada pieza tiene una variación única o se requiere un seguimiento individual (como electrónicos, herramientas, equipos médicos o productos con número de serie), lo más conveniente es etiquetar una por una. Esto permite tener control exacto de dónde está cada unidad, cuándo salió, a quién se le entregó y con qué características.
Etiquetar por pieza también es recomendable en procesos de garantías, servicio técnico o cuando hay alto riesgo de mezcla entre productos similares pero con diferencias clave.
Considerar la frecuencia de rotación y volumen
Si se manejan miles de unidades diarias de un mismo producto, etiquetar cada una puede ser inviable. En estos casos, lo mejor es trabajar por lote o incluso por tarima, siempre que se mantenga el control visual y documental necesario.
En cambio, si se manejan productos costosos o con bajo volumen de entrada y salida, etiquetar por pieza puede no representar una carga significativa y dará una trazabilidad mucho más robusta.
También influye el cliente y la cadena comercial
Algunos clientes exigen ciertos niveles de trazabilidad o tienen sistemas que solo aceptan productos con etiqueta individual. En esos casos, aunque no sea la opción más eficiente, es necesario adaptarse para cumplir con sus estándares.
Por otro lado, hay empresas que utilizan el mismo lote para distintos canales o tiendas. En esos casos, etiquetar por lote permite tener una sola referencia para múltiples salidas, simplificando la operación.
Un mismo almacén puede tener ambas estrategias
No es necesario elegir entre una u otra de forma absoluta. Lo más común es que un almacén maneje productos etiquetados por lote y otros por pieza, según su naturaleza. Lo importante es definirlo desde la recepción, asegurarse de que el sistema lo soporte y que el equipo operativo lo aplique con disciplina.

Una mala decisión de etiquetado cuesta caro
Etiquetar de más implica trabajo innecesario, pero etiquetar de menos puede generar errores de surtido, devoluciones y pérdida de trazabilidad. Elegir correctamente entre lote y pieza es una decisión operativa que debe pensarse con lógica, datos y enfoque en la eficiencia.