Conoce la cadena de suministro de un termo

La cadena de suministro de un termo es un proceso fascinante y multifacético que involucra la extracción de materias primas, fabricación, ensamblaje y distribución global. Aunque parece un objeto sencillo, detrás de cada termo hay una compleja red internacional que conecta a diversos sectores y países. Analicemos en detalle cómo un termo llega desde las profundidades de la tierra hasta tus manos.

Extracción y procesamiento de materias primas

El primer paso en la cadena de suministro es la extracción de las materias primas necesarias. El acero inoxidable es el principal componente de un termo, y su producción comienza con la extracción de mineral de hierro. Australia y Brasil son los líderes mundiales en este sector, aportando juntos más del 60% del suministro global de mineral de hierro, que en 2021 alcanzó los 2.4 mil millones de toneladas según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

El acero inoxidable se obtiene al combinar hierro con cromo y níquel. China es el mayor productor de acero inoxidable, produciendo alrededor de 30 millones de toneladas en 2020, lo que representa aproximadamente el 55% de la producción mundial. Además, se requieren otros materiales como plástico para las tapas y asas, y silicona para sellos y componentes aislantes. En 2020, la producción mundial de plástico alcanzó los 367 millones de toneladas, según PlasticsEurope.

Los componentes aislantes, cruciales para la funcionalidad del termo, suelen estar hechos de materiales como espuma de poliuretano o simplemente un vacío entre las paredes de acero. La tecnología de vacío es altamente eficiente y permite mantener la temperatura de las bebidas durante horas. Empresas líderes en tecnología de aislamiento han reportado mejoras de hasta un 20% en la eficiencia térmica en la última década.

Fabricación y ensamblaje

Una vez obtenidas las materias primas, el siguiente paso es la fabricación y ensamblaje del termo. La mayoría de las fábricas se encuentran en Asia, con China liderando la producción. Se estima que en 2022, China produjo más de 500 millones de termos, representando más del 80% de la producción mundial.

El proceso de fabricación comienza con el moldeado de las paredes internas y externas del termo a partir de láminas de acero inoxidable. Estas se forman y sueldan para crear el cuerpo del termo. Luego, se aplica el aislamiento entre las paredes. Si se utiliza vacío como aislante, las dos paredes se sellan herméticamente y se extrae el aire entre ellas.

Las tapas y otros componentes de plástico se fabrican mediante moldeo por inyección, un proceso que permite producir piezas con alta precisión y en grandes cantidades. La fabricación de estos componentes puede representar hasta el 15% del costo total de producción del termo.

El ensamblaje final incluye la unión de todas las piezas y la realización de pruebas de calidad. Estas pruebas verifican la hermeticidad, la retención de temperatura y la resistencia a impactos. Según un estudio de mercado de 2021, los termos de alta calidad pueden mantener bebidas calientes hasta por 12 horas y frías por 24 horas, características esenciales para los consumidores.

Distribución y logística

Después de la fabricación, los termos deben ser distribuidos a mercados de todo el mundo. Este proceso involucra una compleja red logística que incluye transporte marítimo, almacenamiento y distribución minorista.

El transporte marítimo es el medio principal para mover grandes volúmenes de mercancías. En 2020, el comercio marítimo mundial manejó alrededor de 11 mil millones de toneladas de carga, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Los termos se envían en contenedores desde puertos en China, como el puerto de Shanghái, que es el más activo del mundo con un movimiento de 43.5 millones de TEU (unidades equivalentes a veinte pies) en 2019.

Una vez que los termos llegan a los puertos de destino, pasan por procesos aduaneros y se transportan a centros de distribución mediante camiones o trenes. La logística de almacenamiento y distribución es esencial para garantizar que los productos lleguen a los minoristas y consumidores en buenas condiciones y a tiempo. Se estima que los costos logísticos representan alrededor del 8% del precio final de un termo.

Con el auge del comercio electrónico, la cadena de suministro ha evolucionado para incluir la distribución directa al consumidor. Plataformas en línea como Amazon y Alibaba han incrementado la eficiencia en la entrega de productos, permitiendo que un termo fabricado en China llegue a un consumidor en América en cuestión de días.

Impacto ambiental y sostenibilidad

Es importante destacar el impacto ambiental asociado con la cadena de suministro de un termo. La extracción de materias primas como el hierro y el petróleo para plásticos contribuye a la degradación ambiental y a las emisiones de carbono. La producción de acero es responsable del 7-9% de las emisiones de CO2 a nivel global, según la Asociación Mundial del Acero.

Sin embargo, los fabricantes están adoptando prácticas más sostenibles. El reciclaje de acero es una práctica común que reduce la necesidad de extraer nuevas materias primas. En 2020, se reciclaron alrededor de 630 millones de toneladas de acero a nivel mundial. Además, algunos termos están siendo fabricados con materiales reciclados y diseños más eficientes que reducen el uso de plástico.

La logística también está evolucionando para ser más ecológica. Empresas de transporte están invirtiendo en flotas más eficientes y en la reducción de emisiones. La optimización de rutas y el uso de energías renovables en almacenes son estrategias que contribuyen a una cadena de suministro más sostenible.

Conclusión

La cadena de suministro de un termo es un ejemplo de la complejidad y la interconexión de la economía global actual. Desde la extracción de materias primas en diferentes continentes hasta la fabricación y distribución internacional, cada etapa es esencial para llevar un producto de alta calidad a los consumidores. Al entender este proceso, podemos apreciar no solo el valor del producto final, sino también la importancia de adoptar prácticas sostenibles que minimicen el impacto ambiental y promuevan un comercio más responsable.

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