Cómo elegir el tipo de estantería ideal según el giro de tu empresa

Elegir el tipo de estantería adecuada en un almacén no es una decisión menor. Muchas veces se opta por la opción más barata o la que se encuentra más rápido disponible, sin considerar si realmente se adapta al tipo de producto, a la rotación o al flujo de trabajo. Pero la realidad es que una estantería mal elegida puede frenar la eficiencia, generar accidentes o provocar pérdidas por daño de producto.

Cada operación tiene necesidades distintas, y no existe una estantería que funcione para todos por igual. El tipo de rack, su altura, resistencia y configuración deben estar alineados con el giro de tu empresa, el volumen de inventario que manejas, el tipo de empaques y hasta con tus planes de crecimiento. Una buena elección puede ahorrarte miles en reconfiguraciones a futuro.

Racks selectivos: versatilidad para operaciones generales

Los racks selectivos son los más comunes en almacenes que manejan productos con alta rotación y múltiples referencias. Son ideales para empresas de retail, alimentos empacados o electrónica de consumo, ya que permiten acceso directo a cada tarima sin necesidad de mover otras.

Su principal ventaja es la flexibilidad: puedes almacenar cualquier SKU sin un orden fijo. Pero esa misma ventaja los hace menos eficientes en términos de densidad. Si tienes problemas de espacio o quieres aprovechar al máximo la altura de tu nave, quizás haya mejores opciones.

Este tipo de estantería es ideal si tu operación es diversa, manejas productos en tarima estándar y necesitas acceso frecuente a cada una. Si tienes productos muy pesados o voluminosos, deberás considerar su capacidad de carga antes de instalarlos.

Racks drive-in, dinámicos o push-back: más densidad, menos acceso

Si tu empresa maneja productos por lote o con rotaciones más lentas, como bebidas, papel, materias primas o productos congelados, puedes considerar opciones más densas como los racks drive-in o push-back. Estos permiten almacenar más tarimas en menos espacio, pero sacrifican el acceso directo a cada una.

En el caso del drive-in, se accede con el montacargas dentro del rack, lo cual requiere mayor precisión y cuidado. Este sistema funciona bien con productos homogéneos y fechas de vencimiento controladas. Los push-back, por otro lado, permiten la carga por un lado y la descarga por el mismo, gracias a un sistema de rodillos o carros deslizables. Son útiles cuando se quiere eficiencia en el espacio sin complicar tanto la maniobrabilidad.

Los racks dinámicos o de flujo, en cambio, están pensados para operaciones tipo FIFO (first in, first out). Funcionan con rodillos inclinados y permiten que la mercancía entre por un extremo y salga por el otro. Son perfectos para productos perecederos o con trazabilidad estricta, como alimentos frescos, farmacéuticos o cosméticos.

Picking ligero: cuando el producto no requiere tarima

En operaciones de e-commerce, refacciones, cosmética o cualquier producto que no se almacene en tarimas, los racks convencionales no son necesarios. En su lugar, se usan estanterías metálicas ligeras o sistemas de estantería carton flow, que permiten manipular cajas, piezas o bolsas con facilidad y rapidez.

Estos sistemas son más económicos y requieren menos altura, pero es fundamental que estén bien señalizados, que el peso esté equilibrado y que se mantengan ordenados para evitar tiempos muertos durante el picking. También permiten configuraciones modulares que pueden adaptarse conforme crece tu operación.

Si tu operación combina productos en tarima y picking por unidad, puedes tener zonas mixtas: racks selectivos para lo pesado y estanterías ligeras para lo demás. Lo importante es definir los flujos y evitar recorridos innecesarios entre zonas incompatibles.

Considera layout, montacargas y expansión futura

Más allá del tipo de rack, hay otros elementos a considerar: el tipo de montacargas que usas, los pasillos de circulación, la altura libre del almacén y los planes de crecimiento. Si eliges una estantería sin considerar estos puntos, podrías verte obligado a hacer cambios costosos más adelante.

Por ejemplo, un pasillo angosto limita el tipo de equipo que puedes usar. Si en el futuro planeas usar montacargas retráctiles o trilaterales, debes anticiparlo desde ahora con racks que soporten esa dinámica. También considera si vas a operar por turnos y cuántas personas circularán por cada zona al mismo tiempo.

Finalmente, no olvides la seguridad. Toda estantería debe tener mantenimiento periódico, anclaje adecuado y señalización visible. Los daños por impacto o sobrecarga pueden costar más que haber elegido bien desde el principio.

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