En muchos almacenes, la presión por aumentar la capacidad de almacenaje obliga a diseñar pasillos más angostos. Esta decisión permite aprovechar mejor el espacio disponible y colocar más posiciones de rack. Sin embargo, si no se gestiona adecuadamente, los pasillos estrechos pueden convertirse en un foco de riesgos para la seguridad y en una fuente de retrasos operativos. La clave está en equilibrar el aprovechamiento del espacio con la seguridad del personal y la eficiencia de las maniobras.

Retos de los pasillos angostos
Uno de los principales problemas es la dificultad de maniobra. Los equipos como montacargas requieren espacio suficiente para girar, cargar y descargar mercancía. En un pasillo estrecho, cualquier error de cálculo puede ocasionar choques contra los racks o la mercancía.
Además, la visibilidad disminuye, lo que aumenta la probabilidad de accidentes entre operadores que circulan en direcciones opuestas.
Riesgo de daños a la mercancía
Al no tener amplitud para maniobrar, las tarimas suelen rozar con las estructuras o con otros pallets. Esto genera daños en empaques, pérdida de producto y, en algunos casos, reclamos por parte de los clientes.
La mercancía en pasillos estrechos también está más expuesta a vibraciones y golpes, lo que exige un mayor control en las maniobras de carga y descarga.
Estrategias para el diseño
La mejor manera de reducir los riesgos es planear desde el inicio el diseño del layout. Pasillos angostos no significan improvisación, sino un cálculo cuidadoso que toma en cuenta el tipo de montacargas, la altura de los racks y el flujo esperado de productos.
Un buen diseño debe garantizar que, aunque el espacio sea reducido, exista la holgura mínima para que los equipos circulen sin poner en riesgo a los operadores ni a la mercancía.
Equipos especializados
Existen equipos de montacargas diseñados específicamente para operar en pasillos angostos, como los “turret trucks” o equipos retráctiles de alta maniobrabilidad. Aunque requieren mayor inversión, ofrecen mayor seguridad y eficiencia en operaciones de alta densidad.
Invertir en este tipo de tecnología puede ser la diferencia entre un almacén saturado y uno que aprovecha el espacio de manera segura y productiva.
Señalización y control de tráfico
La señalización dentro de los pasillos angostos es vital. Espejos en esquinas, indicadores de dirección y marcas en el piso ayudan a guiar al personal y reducir choques.
Además, definir reglas claras sobre el sentido de circulación o el uso de radios para coordinar maniobras previene accidentes y agiliza el flujo en áreas críticas.
Capacitación de operadores
El factor humano es determinante. Los operadores deben recibir capacitación específica para maniobrar en espacios reducidos. Esto incluye técnicas de manejo seguro, control de velocidad y coordinación con otros compañeros en turnos de alta demanda.
Un operador capacitado puede maniobrar con precisión en pasillos estrechos sin comprometer la seguridad ni dañar la mercancía.

Productividad sin sacrificar seguridad
Cuando se implementan estas medidas, los pasillos angostos dejan de ser un obstáculo y se convierten en una ventaja competitiva. El almacén logra aumentar posiciones de almacenamiento sin comprometer la operación.
En conclusión, aprovechar pasillos angostos requiere planeación, inversión en equipo adecuado y disciplina en la operación diaria. Con estas acciones, la empresa logra más capacidad y mantiene operaciones seguras y eficientes.
