Tesla ha tomado una decisión significativa en medio de las crecientes preocupaciones sobre la seguridad y la resiliencia de las cadenas de suministro internacionales. Según informes de Nikkei Asia, Tesla ha solicitado a sus proveedores que comiencen a fabricar componentes y partes fuera de China y Taiwán para el próximo año.
Se reporta que seis ejecutivos de la cadena de suministro han confirmado que los proveedores de componentes como placas de circuito impreso, pantallas y sistemas de control electrónico para modelos vendidos fuera de China han recibido la instrucción de buscar alternativas fuera de la región de Gran China en cuanto a manufactura.
Esta solicitud se fundamenta en las crecientes tensiones geopolíticas y los riesgos asociados con dichas tensiones. A medida que se acerca la elección presidencial en Estados Unidos, la relación comercial entre Estados Unidos y China sigue siendo objeto de escrutinio.
En marzo de 2024, Logistics Manager informó que la postura del candidato republicano y ex presidente Donald Trump de aumentar los aranceles a la importación de bienes desde China ya había llevado a las empresas globales de logística a planificar y reducir su dependencia de la manufactura china.
El presidente actual de Estados Unidos, Joe Biden, también ha dejado clara su postura sobre el comercio con China, anunciando acciones para «proteger a los trabajadores y negocios estadounidenses de las prácticas comerciales desleales de China».
Biden afirmó: «Los trabajadores y negocios estadounidenses pueden competir con cualquiera, siempre y cuando tengan una competencia justa. Pero durante demasiado tiempo, el gobierno de China ha utilizado prácticas no equitativas y no de mercado. Las transferencias forzadas de tecnología y el robo de propiedad intelectual de China han contribuido a su control del 70-90% de la producción global de los insumos críticos necesarios para nuestras tecnologías, infraestructura, energía y atención médica, creando riesgos inaceptables para las cadenas de suministro y la seguridad económica de Estados Unidos.»
«Además, estas mismas políticas y prácticas no de mercado contribuyen al exceso de capacidad creciente de China y a los aumentos en las exportaciones que amenazan con dañar significativamente a los trabajadores, negocios y comunidades estadounidenses».
Estos comentarios se dieron a conocer cuando la administración Biden-Harris anunció aumentos en los aranceles a la importación de bienes como semiconductores, vehículos eléctricos, baterías, celdas solares, grúas y productos médicos.
La reciente solicitud de Tesla a sus proveedores no es la primera acción que la compañía ha tomado en respuesta a las tensas relaciones entre Estados Unidos y China. En febrero de 2024, se anunció que Tesla estaba planeando expandir su gigafactoría en Sparks, Nevada, con la apertura de una nueva instalación dedicada a la producción de baterías. Una fuente anónima informó a Bloomberg News que esto formaba parte de un esfuerzo más amplio para relocalizar la cadena de suministro de celdas de fosfato de hierro y litio (LFP) en Estados Unidos.
Esto sigue a la noticia a principios de este mes de que Tim Cook, CEO de Apple, había visitado Vietnam e Indonesia mientras la compañía exploraba formas de reducir la dependencia de su cadena de suministro de la manufactura china.