Impacto de la temperatura en empaques

En un almacén logístico, la temperatura no solo influye en los productos almacenados, también impacta directamente en los empaques que los protegen. Cajas, plásticos, films y tarimas están diseñados para ciertas condiciones ambientales, y cuando se exponen a temperaturas extremas pueden perder resistencia, deformarse o comprometer la seguridad de la mercancía. Reconocer estos efectos es clave para prevenir daños y costos ocultos en la operación.

Efectos del calor excesivo

Las altas temperaturas provocan debilitamiento en empaques plásticos y adhesivos. El film stretch, por ejemplo, puede perder tensión y dejar inestables los pallets.

De igual forma, el cartón se reblandece y pierde rigidez, lo que reduce su capacidad para proteger la carga durante maniobras o traslados.

Consecuencias del frío extremo

El frío, por otro lado, vuelve quebradizos ciertos materiales. Plásticos que en condiciones normales son flexibles pueden agrietarse fácilmente al manipularse en cuartos fríos o cámaras de congelación.

Esto eleva el riesgo de rupturas en empaques que deben resistir movimientos constantes de carga y descarga.

Humedad y condensación

Los cambios de temperatura también generan condensación. Este fenómeno afecta especialmente a empaques de cartón, que absorben la humedad y se debilitan.

El agua acumulada en superficies de embalaje puede, además, transferirse a la mercancía, generando daños que después se traducen en devoluciones o reclamos.

Riesgos en el transporte

El impacto de la temperatura no termina dentro del almacén. Durante el transporte, los cambios bruscos entre zonas climatizadas y ambientes exteriores afectan la resistencia del empaque.

Un pallet que sale estable de un almacén puede llegar suelto o deformado al destino si el material de embalaje no soporta las condiciones del trayecto.

Importancia de elegir el empaque correcto

Para mitigar estos efectos, es fundamental seleccionar empaques adecuados al tipo de producto y a la temperatura en la que será almacenado o transportado. Existen cartones con recubrimientos resistentes a la humedad y plásticos diseñados para soportar altas o bajas temperaturas.

Invertir en materiales de mayor calidad reduce los riesgos y garantiza una mayor vida útil de la mercancía.

Protocolos de revisión

Los operadores logísticos deben implementar revisiones periódicas del estado de los empaques, especialmente en temporadas de calor o frío extremos. Detectar deformaciones, pérdida de tensión o humedad acumulada permite actuar antes de que la carga se vea comprometida.

Estas inspecciones también ayudan a generar evidencia y retroalimentar a los clientes sobre la importancia de mejorar sus materiales de embalaje.

Costos de no atender el problema

Ignorar el impacto de la temperatura puede generar costos por reposición de producto, devoluciones masivas o pérdida de confianza del cliente. Estos gastos suelen superar con creces la inversión en materiales más resistentes o en infraestructura para controlar las condiciones ambientales.

Al final, la prevención siempre resulta más económica que la corrección.

Operaciones más confiables

Controlar y anticipar los efectos de la temperatura en empaques convierte al almacén en una operación más confiable. El producto llega en buen estado, el cliente recibe lo que espera y la empresa evita pérdidas innecesarias.

En logística, cuidar los empaques es cuidar también la reputación del operador y la estabilidad de toda la cadena.

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