¿Qué tan cerca estamos de ser paperless?

El sector logístico ha sido uno de los más beneficiados por la transformación digital en las últimas décadas. Procesos que antes requerían toneladas de papel, como la facturación, documentación de envíos y el seguimiento de inventarios, hoy en día se están trasladando a plataformas digitales. La eliminación del papel, o ser completamente «paperless», no solo supone beneficios ecológicos, sino también económicos y operativos. Sin embargo, pese a los avances, todavía estamos lejos de ver una logística 100% libre de papel. La adopción de nuevas tecnologías, las regulaciones, y la resistencia al cambio son algunos de los obstáculos que nos separan de ese futuro. En este artículo, analizamos cuánto nos falta para alcanzar este objetivo y qué factores están frenando esta transición.

Los avances hacia una logística sin papel

En las últimas dos décadas, la digitalización ha acelerado la automatización de los procesos logísticos. Uno de los avances más significativos ha sido la implementación de sistemas de gestión de transporte (TMS, por sus siglas en inglés) y de gestión de almacenes (WMS), que han permitido a las empresas gestionar grandes volúmenes de información sin depender del papel. Según un estudio de Statista, más del 40% de las empresas logísticas en Europa han adoptado alguna forma de sistema digital para gestionar sus operaciones, lo que ha reducido considerablemente el uso de documentos impresos.

Otro desarrollo crucial ha sido la digitalización de la documentación aduanera. Antes, los envíos internacionales requerían una enorme cantidad de formularios impresos para cumplir con las regulaciones aduaneras. Hoy en día, muchos países han adoptado sistemas de declaración aduanera electrónica, que permiten a los exportadores e importadores enviar la documentación en formato digital. Según datos de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), alrededor del 65% de las aduanas globales ya permiten la presentación de documentos digitales, lo que representa un avance significativo hacia la eliminación del papel en la logística internacional.

Además, el uso de tecnología como la identificación por radiofrecuencia (RFID) y los códigos QR ha permitido la automatización en la trazabilidad de productos sin la necesidad de etiquetas físicas o documentos impresos. Grandes empresas como Amazon y Walmart ya han implementado estas tecnologías en sus cadenas de suministro, lo que les permite monitorear en tiempo real la ubicación de sus productos y agilizar los procesos de inventario.

Sin embargo, a pesar de estos avances, la transición total a un sistema logístico sin papel está lejos de completarse. Aunque muchas empresas han digitalizado partes de sus operaciones, el uso del papel sigue siendo común en varios aspectos clave de la cadena de suministro.

Obstáculos para alcanzar una logística completamente digital

Uno de los principales desafíos que enfrentamos para alcanzar una logística completamente sin papel es la falta de interoperabilidad entre los diferentes sistemas y plataformas utilizados por las empresas. A pesar de los avances en la digitalización, muchas compañías continúan utilizando sistemas obsoletos o no compatibles entre sí. Según un informe de Deloitte, el 70% de las empresas logísticas utilizan más de tres plataformas diferentes para gestionar sus operaciones, lo que genera cuellos de botella y, a menudo, la necesidad de imprimir documentos para compartir información entre departamentos o con socios comerciales.

La regulación es otro de los factores que ralentiza el avance hacia una logística «paperless». En muchos países, las leyes aún requieren que ciertos documentos, como las facturas o los comprobantes de entrega, sean presentados en formato físico. A nivel global, solo el 25% de los países han adoptado normativas que permiten la eliminación completa de documentos impresos en el comercio internacional, según datos de la OMA. En América Latina, por ejemplo, países como México y Brasil han avanzado considerablemente en la digitalización de documentos fiscales con la introducción de la facturación electrónica obligatoria. Sin embargo, otras regiones del mundo siguen rezagadas, lo que impide una adopción masiva de procesos totalmente digitales en la logística.

Otro obstáculo importante es la resistencia al cambio. Muchas empresas, especialmente las pequeñas y medianas, muestran reticencia a adoptar sistemas digitales debido a los costos iniciales de implementación y la falta de capacitación del personal. A pesar de que las soluciones digitales ofrecen beneficios a largo plazo, como la reducción de costos operativos y el aumento de la eficiencia, el costo de implementación puede ser prohibitivo para muchas empresas. Además, la falta de habilidades digitales dentro de la fuerza laboral es un problema que afecta al 40% de las empresas logísticas, según un estudio de PwC. Esto significa que, aunque las tecnologías están disponibles, muchas empresas no tienen la capacidad o el conocimiento para utilizarlas eficazmente.

El papel de la sostenibilidad en la transición paperless

La sostenibilidad es un factor clave en la presión hacia la digitalización completa de la logística. A medida que las preocupaciones sobre el cambio climático aumentan, las empresas están bajo una creciente presión para reducir su huella de carbono. La eliminación del papel no solo ayuda a reducir el desperdicio, sino que también contribuye a la sostenibilidad al reducir el consumo de energía y recursos naturales asociados con la producción de papel. Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), la industria del papel es responsable del 20% de los residuos sólidos generados a nivel mundial, lo que representa un problema ambiental significativo.

El impacto positivo de reducir el uso del papel en la logística no solo se refleja en la sostenibilidad ambiental, sino también en la mejora de la eficiencia operativa. Las soluciones digitales permiten a las empresas optimizar sus procesos, reduciendo los errores humanos asociados con el manejo de grandes volúmenes de documentación impresa. Además, la eliminación del papel reduce los costos de almacenamiento y transporte, ya que no es necesario mantener grandes archivos físicos ni enviar documentos impresos entre diferentes puntos de la cadena de suministro.

Empresas como DHL y UPS ya han implementado iniciativas «green logistics» que buscan eliminar el papel en sus operaciones. Por ejemplo, DHL ha lanzado su programa «GoGreen», que incluye la digitalización de todos los documentos relacionados con el envío y la entrega de paquetes. UPS, por su parte, ha reducido el uso de papel en un 50% desde 2015 mediante la adopción de herramientas digitales de seguimiento y facturación electrónica. Estas iniciativas no solo mejoran la sostenibilidad de las operaciones, sino que también ayudan a las empresas a ahorrar millones de dólares al año en costos operativos.

Conclusión

Si bien se han logrado avances significativos hacia una logística sin papel, aún queda mucho camino por recorrer. La falta de interoperabilidad entre sistemas, las regulaciones que exigen documentos físicos y la resistencia al cambio son algunos de los principales obstáculos que enfrentamos. Sin embargo, la creciente presión hacia la sostenibilidad y las mejoras tecnológicas continúan impulsando esta transición. Para alcanzar una logística completamente «paperless», las empresas necesitan adoptar un enfoque más integrado y colaborativo, en el que la interoperabilidad, las políticas regulatorias adecuadas y la capacitación del personal desempeñen un papel crucial. A medida que más empresas invierten en soluciones digitales, es probable que veamos un progreso más rápido en los próximos años, allanando el camino para una logística completamente digital y sostenible.

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