África está emergiendo rápidamente como un actor crucial en la logística global. Si bien el continente ha sido históricamente visto como un exportador de materias primas, en los últimos años ha comenzado a desempeñar un rol mucho más importante en la cadena de suministro mundial. Su ubicación geográfica estratégica, los avances en infraestructura y los tratados comerciales emergentes están transformando a África en un punto clave para el comercio internacional. En este artículo, analizaremos el papel de África en la logística global y cómo su infraestructura y relaciones comerciales están influyendo en la economía mundial.
Ubicación estratégica y puertos clave
Uno de los principales factores que impulsan la creciente relevancia de África en la logística global es su ubicación geográfica. El continente es un punto de conexión natural entre Europa, Asia y América, lo que lo convierte en una ruta vital para el comercio internacional. Especialmente en el caso del transporte marítimo, África se encuentra en una posición ideal, con el Canal de Suez como una de las vías de navegación más importantes del mundo. Cada año, más de 19,000 barcos cruzan el Canal de Suez, lo que representa aproximadamente el 12% del comercio global. Este canal, ubicado en Egipto, reduce significativamente el tiempo de tránsito entre Europa y Asia, y cualquier interrupción en su operación puede tener un impacto devastador en la cadena de suministro global, como lo demostró el incidente del buque Ever Given en 2021.
Además del Canal de Suez, varios puertos africanos están ganando importancia en la logística mundial. El puerto de Durban, en Sudáfrica, es el puerto más grande y activo del continente. En 2020, manejó más de 3 millones de contenedores, consolidándose como un centro logístico clave no solo para África, sino también para el comercio global. Por otro lado, el puerto de Mombasa, en Kenia, es fundamental para el comercio en la región de África Oriental. Este puerto es la puerta de entrada para las importaciones y exportaciones de varios países sin litoral, como Uganda, Ruanda y Sudán del Sur, que dependen de su acceso al Océano Índico.
En el norte de África, el puerto de Tánger-Med, en Marruecos, se ha convertido en uno de los puertos más avanzados del continente. En 2020, se manejaron más de 5,7 millones de TEUs (unidades equivalentes a veinte pies), lo que lo coloca entre los 30 principales puertos de contenedores del mundo. Tánger-Med también ha logrado atraer importantes inversiones extranjeras debido a su proximidad con Europa, con empresas como Renault y PSA Peugeot Citroën que han establecido plantas de ensamblaje cerca del puerto para aprovechar la eficiente infraestructura logística.
Desarrollo de infraestructura y comercio intraafricano
Uno de los desafíos históricos que ha enfrentado África en términos de logística ha sido la falta de infraestructura adecuada. Sin embargo, en los últimos años, varios países africanos han comenzado a invertir en la modernización de sus redes de transporte. Un ejemplo de esto es el proyecto del tren de alta velocidad en Kenia, conocido como el «Standard Gauge Railway» (SGR), que conecta la capital, Nairobi, con el puerto de Mombasa. Este ferrocarril ha reducido drásticamente el tiempo de transporte entre ambas ciudades y ha mejorado significativamente la eficiencia logística, ayudando a las empresas a mover mercancías de manera más rápida y económica.
Otro proyecto clave es el «Corredor Norte», una importante ruta de transporte que conecta varios países del África Oriental. Esta red de carreteras, ferrocarriles y puertos facilita el comercio entre países como Kenia, Uganda, Ruanda y Burundi. Al mejorar estas rutas comerciales, África está fortaleciendo sus lazos comerciales internos, algo que es crucial para reducir la dependencia del comercio con Europa, Asia y América del Norte. El Banco Mundial estima que el comercio intraafricano aumentará un 52% para 2025, en parte gracias a estas mejoras en infraestructura.
Además, África ha comenzado a adoptar nuevas tecnologías en su cadena de suministro. El uso de blockchain y tecnologías de seguimiento ha permitido a las empresas africanas mejorar la transparencia y la seguridad en sus operaciones logísticas. Según un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la adopción de tecnologías digitales podría reducir los costos logísticos en África en un 10%, lo que sería un gran avance para el comercio del continente.
El Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) y su impacto
Uno de los desarrollos más significativos en los últimos años ha sido la creación del Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA), un acuerdo que busca unir a 54 de los 55 países de África en una zona de libre comercio. Iniciado oficialmente en 2021, el AfCFTA tiene como objetivo aumentar el comercio intraafricano al eliminar los aranceles en el 90% de los productos y facilitar la circulación de bienes y servicios entre las naciones africanas. Este acuerdo representa el área de libre comercio más grande del mundo en términos de países participantes.
El AfCFTA no solo impulsará el comercio intraafricano, sino que también atraerá más inversión extranjera directa (IED) al continente. Según el Banco Africano de Desarrollo, la implementación completa del AfCFTA podría aumentar el PIB del continente en 450,000 millones de dólares para 2035, creando nuevas oportunidades para la logística y la cadena de suministro. Empresas internacionales, como DHL y Maersk, ya están ampliando sus operaciones en África para aprovechar el crecimiento del comercio dentro del continente.
El acuerdo también está diseñado para reducir las barreras no arancelarias, como los controles fronterizos excesivos y la burocracia aduanera, que han sido durante mucho tiempo un obstáculo para el comercio en África. Al simplificar estos procedimientos, se espera que los tiempos de tránsito se reduzcan significativamente, haciendo que el comercio en África sea más eficiente y competitivo en comparación con otras regiones. Según la Comisión Económica para África (UNECA), la reducción de estos costos podría aumentar el volumen de comercio intraafricano en un 33% y sacar de la pobreza a 30 millones de personas para 2035.
En conclusión
África está jugando un papel cada vez más importante en la logística global, impulsado por su ubicación estratégica, el desarrollo de infraestructura moderna y la creación del Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA). Con inversiones en puertos clave como Tánger-Med y Durban, y mejoras en las redes de transporte terrestre, el continente está bien posicionado para convertirse en un centro logístico global de gran relevancia. Además, la adopción de nuevas tecnologías y el fortalecimiento del comercio intraafricano están transformando a África en un socio comercial atractivo tanto para empresas internacionales como para mercados locales. A medida que África sigue desarrollando su infraestructura y fortaleciendo sus relaciones comerciales, su influencia en la cadena de suministro global solo continuará creciendo en los próximos años.