Murmullos al oído del hogar nunca habitado, una salsa de cocción lenta que expresa lo inasible; Molto es una mezcla de nostalgia que nunca existió y lo inesperado. El aroma a tomate profundo, a especias que despiertan la lengua, a carne deshaciéndose en su propio tiempo, a hongos silvestres entregándose al calor. La delicia inalcanzable de una cucharada viva de tradiciones que no se olvidan, pero que se reinventan en cada bocado.

Ragú de res, denso y envolvente, con notas que acarician como el recuerdo de un fuego encendido en otra vida. Hongos silvestres que se funden en un susurro terroso, oscuro y profundo. Arrabbiata de chile morita, un ardor que juega entre la dulzura del tomate y el filo del picante. Cocción lenta que se convierte en la provocación del hubiera, de lo que debe ser. Sensualidad de ingredientes bien elegidos, donde cada uno firma un escrito de promesas de sabor sin límites. Salsas provocadoras. Molto ha embelesado cada una de sus creaciones, y eso… solo son salsas que saben provocar.