El uso del montacargas es fundamental en cualquier almacén o centro de distribución, pero también representa uno de los mayores focos de riesgo si no se utiliza correctamente. Aunque muchas maniobras parecen rutinarias, basta un pequeño error para provocar accidentes, dañar mercancía o comprometer la seguridad del personal.
Prevenir estos errores no requiere soluciones complejas, sino disciplina operativa, señalización clara, equipos en buen estado y una cultura de seguridad constante. Identificar los errores más comunes es el primer paso para evitarlos y mantener una operación fluida y segura.

No respetar las rutas designadas
Uno de los errores más frecuentes es que los operadores de montacargas circulen fuera de las rutas marcadas o ingresen a zonas no autorizadas. Esto no solo interfiere con otros procesos operativos, sino que puede provocar choques, bloqueos o accidentes con personal a pie.
La mejor forma de prevenirlo es tener rutas claramente señalizadas, establecer sentidos de circulación y delimitar zonas exclusivas para tránsito de montacargas. Además, es importante reforzar estas reglas durante la capacitación y con recordatorios visuales dentro del almacén.
Sobrepasar la capacidad de carga
Forzar un montacargas con más peso del que puede manejar o con una carga mal distribuida es un error grave que puede provocar volcadura, daños al equipo o lesiones al operador. Aunque parezca una solución rápida en momentos de presión, siempre es un riesgo innecesario.
Cada equipo debe tener claramente visible su capacidad máxima de carga, y el personal debe estar entrenado para reconocer cuándo una carga no es segura. Contar con una báscula en piso ayuda a verificar pesos y prevenir este tipo de errores antes de levantar la carga.
Falta de mantenimiento preventivo
Un montacargas sin mantenimiento puede parecer funcional, pero es una fuente de riesgo latente. Fugas, frenos defectuosos, llantas desgastadas o fallas en el sistema hidráulico pueden generar problemas en cualquier momento.
Establecer un calendario de mantenimiento preventivo es clave, así como una revisión básica al inicio de cada turno por parte del operador. Además, debe existir un canal rápido para reportar cualquier anomalía y retirar el equipo de operación si representa un riesgo.
Mala visibilidad durante la conducción
Otro error común es conducir con la carga tan alta que bloquea la visibilidad del operador. Esto aumenta las probabilidades de chocar, golpear estanterías o incluso atropellar a alguien. La regla es sencilla: si no hay visibilidad, no se debe avanzar.
Siempre que sea posible, la carga debe llevarse a una altura segura que permita ver el frente del trayecto. Y en situaciones donde eso no es viable, se debe circular en reversa o pedir apoyo a un guía que dirija los movimientos del operador.
Falta de capacitación continua
Muchos accidentes ocurren porque el operador no recibió capacitación formal o porque fue entrenado hace mucho tiempo y ha adoptado malas prácticas con el tiempo. La formación no debe ser vista como un trámite inicial, sino como un proceso continuo.
Capacitar de forma periódica refuerza las buenas prácticas, actualiza al personal sobre nuevas reglas o equipos, y permite evaluar si los operadores siguen los protocolos establecidos. También es una buena oportunidad para detectar áreas de mejora y promover una cultura de seguridad.

Uso indebido del montacargas
Finalmente, es común que se utilice el montacargas para fines no autorizados: transportar personas, mover objetos fuera de pallets o empujar otras cargas. Estas acciones, aunque parezcan prácticas, son inaceptables desde una perspectiva de seguridad y deben corregirse de inmediato.
El montacargas debe usarse solo para su función prevista, y cualquier otra maniobra debe ser evaluada por supervisión o buscarse una alternativa adecuada. Establecer reglas claras y supervisar su cumplimiento es fundamental para evitar incidentes.
Un montacargas bien operado es una herramienta clave para la eficiencia. Mal usado, se convierte en una fuente de accidentes y retrasos. La diferencia está en la capacitación, el orden y la cultura de trabajo que se construya alrededor de su uso.