Cuál es la relevancia del corredor interoceánico en E-commerce

El comercio electrónico en México ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años, alcanzando un valor de mercado de más de 800 mil millones de pesos en 2024. Este auge ha incrementado la necesidad de contar con una infraestructura logística eficiente que permita a las empresas realizar entregas más rápidas, económicas y seguras. En este contexto, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec se perfila como un proyecto estratégico de gran relevancia para el futuro del ecommerce nacional e internacional. Esta plataforma logística, que conecta los océanos Pacífico y Atlántico mediante una red de puertos, trenes, parques industriales y carreteras, busca reducir los tiempos de transporte entre continentes, fortalecer la cadena de suministro regional y dinamizar el intercambio comercial. Para el ecommerce, representa una oportunidad única de transformar la distribución y expandir los alcances del mercado digital en México.

Conectividad ágil y reducción de tiempos de entrega

Una de las principales ventajas del Corredor Interoceánico para el ecommerce es su potencial para reducir los tiempos de entrega en la distribución nacional e internacional. Actualmente, gran parte del comercio electrónico depende de la llegada de productos provenientes de Asia, particularmente de China, a través de puertos del Pacífico como Manzanillo o Lázaro Cárdenas. Desde allí, los productos deben recorrer largas distancias por carretera hacia los centros de distribución ubicados en el centro o norte del país, lo que implica costos logísticos altos y tiempos prolongados.

El Corredor Interoceánico ofrece una alternativa más corta y eficiente. Con el puerto de Salina Cruz en el Pacífico y el puerto de Coatzacoalcos en el Golfo de México, los productos podrán cruzar el territorio nacional en menos de 10 horas mediante ferrocarril, lo que permitirá conectar más rápido los mercados asiáticos con la costa este de Estados Unidos y el Golfo. Para las empresas de ecommerce que importan productos de Asia y distribuyen hacia el sureste, centro o norte de México, este nuevo eje logístico podría significar una reducción de entre 30% y 40% en los tiempos de tránsito, y un impacto directo en la satisfacción del cliente.

Además, al contar con una red ferroviaria rehabilitada y moderna, el corredor permitirá transportar grandes volúmenes de carga a menor costo, lo que beneficiará a las empresas que trabajan bajo esquemas de economía de escala. Esto también tiene un efecto positivo sobre los pequeños y medianos negocios que venden en línea, ya que podrán acceder a tarifas logísticas más competitivas y mejorar sus márgenes operativos.

Impulso a la descentralización logística y desarrollo regional

El desarrollo del Corredor Interoceánico también conlleva la creación de polos logísticos e industriales en zonas que históricamente han estado al margen del comercio digital, como Oaxaca y Veracruz. La construcción de parques industriales a lo largo del corredor permitirá instalar centros de distribución estratégicos más cercanos a los consumidores del sur y sureste del país, regiones que hasta ahora enfrentan mayores retos logísticos para acceder al ecommerce.

Esto tendrá un efecto descentralizador que podría modificar el mapa de la logística en México. Actualmente, la mayoría de las grandes plataformas de ecommerce tienen sus centros de operación concentrados en el Estado de México, Jalisco o Nuevo León. Con el nuevo corredor, podrían establecer nodos operativos más cercanos al Golfo y al Pacífico Sur, lo que ayudaría a mejorar los tiempos de entrega en estados como Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo, que hasta ahora han sido mercados menos atendidos por la logística digital.

También existe un fuerte potencial para que empresas extranjeras usen esta plataforma como un punto intermedio de distribución hacia América Latina. Las bodegas ubicadas en los parques industriales del corredor podrían servir como hubs regionales para el ecommerce internacional, permitiendo que productos lleguen a países de Centroamérica o del Caribe con mayor rapidez.

Este desarrollo traerá consigo nuevas oportunidades de empleo, inversión en tecnología y crecimiento de infraestructura digital. El ecommerce no solo requiere bodegas y transporte, sino también conectividad a internet, plataformas de gestión de inventarios, servicios de última milla y soluciones de pagos digitales. El corredor podría detonar un ecosistema económico completo alrededor del comercio digital.

Fortalecimiento de la cadena de suministro y resiliencia logística

La pandemia de COVID-19 evidenció la fragilidad de muchas cadenas de suministro globales, especialmente en el comercio electrónico, donde la dependencia de rutas marítimas saturadas o bloqueadas afectó gravemente los tiempos de entrega. El Corredor Interoceánico puede convertirse en una ruta alternativa estratégica que fortalezca la resiliencia del sistema logístico mexicano.

Al diversificar las rutas de entrada y salida de mercancías, las empresas podrán mitigar riesgos ante cierres temporales de puertos, bloqueos carreteros, fenómenos naturales o crisis sanitarias. Este es un elemento clave para el ecommerce, que se basa en la promesa de entregas rápidas y seguras. Una ruta flexible y multimodal como la del istmo permite responder con mayor rapidez ante interrupciones imprevistas, asegurando la continuidad operativa.

Asimismo, el transporte ferroviario del corredor ofrece ventajas adicionales en términos de sostenibilidad. Al consumir menos combustible por tonelada transportada en comparación con el transporte por carretera, el uso del tren ayuda a reducir la huella de carbono de las operaciones logísticas. Esto es relevante para muchas plataformas de ecommerce que están alineadas con estándares internacionales de responsabilidad ambiental y que buscan soluciones de distribución más ecológicas.

Además, la infraestructura del corredor también permitirá fortalecer la logística inversa, es decir, la recolección de devoluciones, un componente fundamental del ecommerce moderno. Al tener mayor conectividad entre regiones, será más fácil para las empresas gestionar retornos de productos, reparaciones o reemplazos, mejorando la experiencia del cliente y optimizando costos.

Conclusión

El Corredor Interoceánico representa una transformación profunda en la forma en que se moverán las mercancías en México y en cómo operará el E-commerce en los próximos años. Su capacidad para reducir tiempos de entrega, descentralizar la logística, atraer inversiones tecnológicas y fortalecer la cadena de suministro lo convierten en un proyecto clave para el desarrollo del comercio digital. Las plataformas de E-commerce, tanto nacionales como internacionales, encontrarán en este nuevo eje logístico una oportunidad para expandirse, mejorar su competitividad y ofrecer un mejor servicio a los consumidores. Si se implementa con visión a largo plazo, el corredor no solo conectará océanos, sino también regiones, mercados y personas en una red digital y física más eficiente, inclusiva y preparada para el futuro.

Compartir